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El cierre de la última PPP y la apuesta por los contratos Cremaf para las nuevas obras en rutas
Casi cuatro años pasaron para que este lunes se firmara el séptimo y último contrato de Participación Público Privada (PPP) para infraestructura vial. Se trata del denominado circuito 6, que incluye la construcción de la ruta 6 y by pass San Ramón, con una inversión prevista de US$ 199 millones.
La obra que fue adjudicada al Grupo Cuchilla Grande, integrada por la uruguaya Construcciones Viales y Civiles (CVC) y la española Rover Alcisa, incluye un tramo de 78 kilómetros que se extiende desde Montevideo, pasando por Canelones y hasta parte de Florida, con tramos rurales y urbanos. Se estima que los trabajos empezarán en marzo y se terminarán en aproximadamente dos años y medio.
“Esto va a permitir mejorar la calidad del pavimento y también darle esa seguridad vial con la que estamos insistiendo”, afirmó el ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero, durante la firma del contrato. También hay previstas intervenciones en la infraestructura de 16 puentes dentro del trazado.
El representante del grupo adjudicatario, Diego García, destacó el apoyo de los financiadores, Banco Interamericano de Desarrollo, BBVA y Banco República para la realización de una ruta que definió como “bastante olvidada en la historia del Uruguay”. Además, señaló que los primero 10 kilómetros incluidos en el contrato son de doble vía en avenida Instrucciones, y desde el empalme de ruta 7 hacia adelante, vía simple.
Consultado sobre la marcha de las otras obras por PPP, el ministro Falero informó en rueda de prensa que “vienen muy bien” y “en los tiempo normales”.
El mes pasado se había firmado el contrato de PPP entre el MTOP y el consorcio Autovías Cinco S.A integrado por Aldesa Construcciones, Coalvi Renovables y Ramón C. Álvarez, para la ruta 14, tramo Sarandí del Yí – Lascano, y ruta 15, tramo Lascano – Velázquez.
Las obras que se ejecutarán en los departamentos de Florida, Lavalleja y Rocha, abarcan un total de 183 kilómetros, por un monto cercano a U$S 345 millones. El plazo del contrato es de 20 años a contar desde la firma del acta de toma de posesión.
A mediados del año pasado se había firmado el contrato que permitirá reconstruir ruta 9, desde Rocha a Chuy, así como también ruta 15, desde Rocha hasta Velázquez. La PPP también incluye la construcción de una conexión entre ambas rutas para el desvío de cargas pesadas.
También están bajo esta modalidad el circuito integrado por las rutas 12, 54, 55 y 57 (en Colonia), y otro que incluye la ruta 14 desde Mercedes a Sarandí del Yí. Otro conjunto de PPP que comenzó a ejecutarse el año pasado permitirá duplicar ruta 3, entre las rutas 1 y 11 (San José). El circuito de las rutas 21 y 24 Nueva Palmira ya está finalizado.
La apuesta por los Cremaf
A comienzo de la actual administración, la decisión fue concretar todos los PPP que ya estaban previstos desde el gobierno del Frente Amplio, pero no utilizar esta opción para nuevos contratos viales. El director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie había señalado que las PPP habían resultado “muy onerosas para el Estado”, dado el tamaño pequeño de los proyectos, la inexperiencia, y las “exigencias excesivas” en los contratos que aumentaban “muchísimo los costos”.
Así se optó por apostar a otra modalidad para la realización de obras viales, como los Contratos de Rehabilitación, Mantenimiento y Financiación (Cremaf). Por ejemplo, en diciembre pasado se abrieron dos licitaciones para la construcción de la doble vía en ruta 5. El llamado que incluye dos tramos centrales de esa carretera (entre los kilómetros 69 y el 133) se adjudicarán en febrero.
En otros dos tramos las obras de duplicación de carriles las realizarán las firmas privadas que ya tienen contratos vigentes con el Estado. Se trata de la parte que va desde Canelones hasta la localidad de Mendoza en Florida, y desde Sarandí Grande a Durazno.
Falero aseguró este lunes que el compromiso era “acelerar el proceso” y eso “se hizo” con un llamado a licitación en “tiempo récord”. “Todo lo que podamos adelantar de ruta 5 independientemente de UPM es más que necesario porque es de las rutas que está más congestionada”, dijo.
Un tercer llamado en proceso de modalidad Cremaf corresponde a la doble vía que se proyecta en ruta 9, desde Pan de Azúcar a Rocha, y que se prevé adjudicar en marzo. “Si todo sale bien vamos a estar adjudicando y empezando a ejecutar a mitad de año”, dijo el ministro.
Esta modalidad implica un plazo para hacer la obra de dos años y el privado va cobrando al Estado hasta el 70% del monto total, en función de los avances. Al culminarla, la empresa privada se hace cargo del mantenimiento, y el Estado paga un contrato a 10 años. La responsabilidad de la empresa constructora sobre la ruta es de 11 o 12 años. Se trata de una especie de PPP más chica y más sencilla de elaborar. Además tiene la posibilidad de financiamiento local, lo cual también lo simplifica.
Inversión en 2022
Por otro lado, en la ruta 6 hay previstas otras obras en tramos ubicados hacia el norte que llegarán hasta la ruta 27 en Rivera. Esta iniciativa y la de la ruta 5 son compromisos asumidos por el presidente, Luis Lacalle Pou, con los vecinos del noreste del país, dijo días atrás al portal de Presidencia el sub secretario de Transporte y Obras Públicas, Juan José Olaizola. “Prácticamente, llegaremos con la ruta 6 hasta la frontera con Brasil”, afirmó. Además informó que se están ejecutando trabajos en 60 de los 156 incluidos en la previsión para todo el período.
Consultado acerca del presupuesto y el objetivo de la cartera para este año, el subsecretario afirmó que la inversión proyectada es de US$ 870 millones. “Esperamos poder cumplir con ese plan, porque es muy importante para la generación de puestos de trabajo y como inyección económica para el país”, dijo. En 2021 la inversión ejecutada fue de US$ 535 millones.
