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El esperado debut de Gastón Pereiro en Nacional dejó un gusto amargo en los tricolores
Gastón Pereiro era entre los hinchas de Nacional, uno de los jugadores que despertaba mayor expectativa para el clásico amistoso contra Peñarol que se jugó el lunes en el Estadio Centenario. Sin embargo, la actuación del número 20 dejó un sabor amargo.
El regreso del volante al club fue la gran noticia de la semana pasada para los tricolores. Pese a tener contrato vigente con Cagliari, Pereiro hizo un esfuerzo económico para volver a defender el escudo que tiene tatuado en su cuerpo.
El pase más esperado del actual mercado y uno de los más importantes del fútbol uruguayo para la actual temporada.
Pereiro, de 27 años, hizo el lunes su debut con la camiseta de Nacional, después de siete años y medio, en el partido que Peñarol ganó 4-3 por penales, tras el empate 2-2 en los 90 minutos.
Su primer ciclo en Primera división comenzó el 28 de enero de 2014 y terminó a mediados de 2015 cuando fue transferido al PSV Eindhoven: durante ese tiempo disputó 46 partidos y marcó 12 goles.
El último fue el 2 de mayo ante Fénix por el Clausura 2015. Después se fue al Mundial Sub 20 de Nueva Zelanda y regresó a Montevideo el 14 de junio, el mismo día que Nacional le ganó 3-2 a Peñarol la final del Campeonato Uruguayo; Pereiro estuvo en el banco de suplentes.
En busca de la felicidad
El pasado sábado 14 de enero Nacional anunció en sus redes sociales la contratación de Pereiro. El lunes 16 fue presentado en la sede del club. Eligió el número 20 porque la usó su ídolo Álvaro Recoba y también el Morro García.
"Estaba buscando volver a ser feliz dentro de la cancha, tener continuidad", dijo Pereiro en su presentación.
El miércoles 18 tuvo el primer entrenamiento con sus nuevos compañeros en la Ciudad Deportiva de Los Céspedes. Cinco días más tarde, el técnico Ricardo Zielinski lo mandó a la cancha para jugar el primer clásico del año.
El zurdo Pereiro se ubicó por derecha. El comienzo de Nacional no fue el esperado porque a los 11 minutos perdía 2-0. El técnico argentino cambió el dibujo táctico, retrasó unos metros a Pereiro y dejó a Fagúndez de enganche.
De a poco el equipo tricolor emparejó las acciones y logró empatar a los 35 minutos con goles de Emmanuel Gigliotti y Hernán Menosse en contra.
Pereiro logró desequilibrar y rematar al arco una sola vez. Enganchó de la derecha al medio y sacó el latigazo que rebotó y se fue al córner.
Después no generó mucho y para cerrar un pálido reestreno, el golero Thiago Cardozo le atajó el tiro penal, el segundo de la serie de cinco en la definición.
El antecedente que tenía Pereiro en penales contra Peñarol era positivo: en enero de 2014 por la Copa Bandes el partido con Peñarol se definió por el mismo sistema y Pereiro, que tenía 18 años y también pateó el segundo, lo convirtió. Nacional ganó 4-3 ese día.
Pereiro volvió ahora sin continuidad futbolística. Estaba entrenando con el plantel de Cagliari desde el 2 de enero. Físicamente está bien, pero le falta ritmo de partidos, ya que hacía mucho tiempo que no jugaba 90 minutos.
La discontinuidad en su juego, las emociones de volver al club del que es hincha y el desconocimiento con sus compañeros, son elementos que deben ponerse en la balanza a la hora de medir su desempeño siete años, ocho meses y 21 días después de su último partido con la camiseta de Nacional.
