Opinión > OPINIÓN

El futuro es hoy: los robots ya son una realidad en el mundo de las inversiones

Tiempo de lectura: -'
30 de junio de 2023 a las 11:04

Abogada asociada BRAGARD Abogados - Co-Founder & CCO Bunker

Los robo-advisors ya están jugando un papel importante en el mundo de las inversiones y se espera que sigan ganando terreno en los próximos años en el mundo y en América Latina de la mano de la tecnología, la inteligencia artificial y nuevos modelos de negocios. Si bien los primeros comenzaron en 2008, se estima que este año superen los 2,76 billones de dólares (sí, más de 2.760.000.000.000) en activos bajo gestión, porque logran bajar costos y barreras de acceso para que diversos segmentos de clientes puedan acceder a un servicio de banca privada con un portfolio ampliamente diversificado.

Un robo-advisor es una plataforma digital que brinda servicios de gestión automatizada de inversiones. Estas plataformas utilizan modelos matemáticos complejos y datos históricos para analizar tendencias y hacer recomendaciones de inversión basadas en la tolerancia al riesgo y los objetivos de inversión del cliente. El proceso es sencillo: el cliente completa su perfil y se le asigna un portfolio (en general compuesto por una serie de exchange traded funds o ETFs) que determina el algoritmo con exposición a diferentes geografías y clases de activos. La plataforma invierte y “rebalancea” la cartera de forma automática (cuando los movimientos del mercado hacen que la cartera se aleje de los parámetros iniciales). En algunos casos se incluyen herramientas de optimización fiscal y, si se agregan herramientas de fractional trading, se puede lograr una gran diversificación con montos de inversión más bajos.

Los asesores digitales fortalecen y capitalizan las posibilidades de la inversión pasiva. La inversión activa es una forma de invertir que implica un estudio minucioso del mercado para seleccionar e invertir en activos que se supone de gran potencial de rendimiento. La inversión pasiva, en cambio, busca replicar el rendimiento de un índice bursátil compuesto por una gran cantidad de acciones. La inversión pasiva no busca las estrellas del mercado sino obtener el rendimiento promedio de todos sus actores. La inversión activa tiene el problema de que es imposible saber quién será el próximo Apple o Tesla. Y así lo demuestra la evidencia: según S&P, sólo 6% de todos los fondos activos de los Estados Unidos logra superar el rendimiento promedio del mercado. Además, los fondos de gestión activa deben contratar a cientos de analistas, generando más costos para los inversores.

Los robo-advisors son una manera simple, eficiente y tecnológica de invertir pasivamente en el mercado, donde el inversor no debe dedicar tiempo a monitorear su portafolio o entender acerca del mercado. Tienen menos costos que los fondos activos comparables, minimizan los errores humanos y sus sesgos cognitivos y ayudan a dejar a las emociones fuera del proceso, evitando costosos errores.

Los detractores de este modelo señalan su rigidez, que limita las opciones a elegir, y la eventual falta de contacto humano. Son puntos importantes, pero las plataformas están mitigando ambos puntos con el desarrollo de portfolios que contengan mayor injerencia de las preferencias particulares de los usuarios y con el desarrollo de sistemas robustos de customer success para que el usuario no se sienta solo o se frustre frente a una máquina o sistema. 

Para evaluar una plataforma de robo-advisory es clave tener en cuenta la solidez de la solución tecnológica; asegurarse de que use un broker con estrictas políticas y sistemas sofisticados a la hora de operar para soportar la automatización (best execution practices y auditorías frecuentes); y por sobre todo, evaluar la idoneidad del equipo que crea la estrategia y el algoritmo. 

En cuanto a su regulación, en EE.UU. en gran medida son asesores de inversión que se rigen por el Investment Advisers Act. Además, la Securities and Exchange Commission (SEC) emitió en 2017 unas recomendaciones (“Guidelines”) para negocios que siguen este modelo, y el regulador sigue muy de cerca esta tendencia. Las recomendaciones se centraron en el contenido y la presentación de las divulgaciones a los clientes; en la obligación de obtener información de los clientes para respaldar el deber de brindar un asesoramiento adecuado; y la adopción e implementación de programas de cumplimiento efectivos para abordar inquietudes relevantes.

Creemos que América Latina será parte de esta tendencia por la mencionada baja de costos y barreras de ingreso, permitiendo servir a más segmentos de clientes, y por el creciente nivel de adopción digital de la región. Es cierto que la automatización y la menor interacción humana pueden generar temores, pero lo mismo ocurría hace unos años cuando debíamos poner los datos de una tarjeta para comprar online, cosa que hoy hacemos a diario. El robo-advisor puede no ser la solución perfecta para todo tipo de inversor, pero sí es un interesante punto de partida para millones de inversores con poco tiempo o expertise, ampliando y democratizando así el mercado de las inversiones.

 

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...