¿El lujo perdió su esplendor?

El objetivo final de muchas personas es el de vivir  una vida de riqueza y opulencia, pero más que nada de gozar de ese prestigio y exclusividad, que solo el lujo glamoroso puede dar. 

No se trata de tener un cartera de diseñador, sino lo que significa tenerla. El sentir que se pertenece a una tribu muy selecta. 

Una promesa de estatus y refinamiento, que no existe y no es más que un blef. (Sí, un blef)

El lujo no es una cartera o un reloj como tal, es más bien una  connotación, es el significado que lleva ese objeto, como un sinónimo de privilegio.

Es un andar por la vida flotando por una nube…

El lujo solía ser exclusivo y reservado para una elite privilegiada. Con el avance de la globalización y el aumento de la disponibilidad de productos, logro que muchas personas pudieran acceder a ellos. 

Esta democratización de la moda de lujo disminuyo esa sensación de exclusividad y esplendor asociada al glamour.  Marcas que pertenecían al Olimpo de la moda, donde la calidad, la exquisitez, y el refinamiento estaban en cada detalle, se convirtieron en corporaciones. 

El icónico tapado tejido de Chanel, creado por su fundadora Coco y usado por las estrellas más reconocidas de la historia del cine, se convirtió en un buzo oversize que portan las y los cantantes de trap y rap como Drake, Bizarap o Bad Bunny y todo el universo futbolístico, botineras incluidas.

El objetivo de esta masificación es el de generar ganancias y alcanzar al mayor numero de derrochadores.

Esto logro que el lujo cumpla la función de permitir que, gente que tradicionalmente no tenia acceso a estas marcas, emule un estilo de vida de riqueza y la fantasía de pertenecer a un circulo exclusivo. Aun siendo conscientes de que nunca va a ser lo mismo. Con la  industrialización y la meritocracia, se hizo aún más accesible y esto incremento más la necesidad en la gente de tenerlos.

Si.  De repente empezás a ver por todos lados, en influencers, cantantes y deportistas como marcas prestigiosas y exclusivas son llevadas con exasperante normalidad. Reguetoneros en sus videos, donde el léxico no supera las 20 palabras, de las cuales 15 son inentendibles revolean a Louis Vuitton o Dior como si fueran trapos de piso. 

Si a esto le sumás las distintas polémicas en las que varias marcas se vieron involucradas, llegamos a la conclusión que el lujo se termina licuando en un mar de vulgaridad.

Esto cambio la dirección hacia la que iban las marcas originalmente, perdiendo los valores principales en las cuales habían sido fundadas. Cambio la percepción de exclusividad que se tenia de ellas. Una marca de lujo se mantiene viva gracias al prestigio y los millones para sostenerlo, dicho sea de paso. 

Cuando una firma de lujo ya no es tan exclusiva y sus productos más frecuentes se ven en todo tipo de personas, deja ser especial.

Otro factor que realmente esta afectando al sector de lujo, es la masificación de copias que hoy encontras en todos lados (o sea, La Salada del lujo). Encima están tan bien hechas que muchas veces los propios empleados de las tiendas no logran identificar. 

Este recurso desesperado de querer ser o pertenecer, que genera una falsa percepción en aquellos q los compran, mueve millones. La obsesión por ese lujo y prestigio, solamente para aparentar un  tipo de vida que no es real. (En un futuro hablaremos del club de las carteras falsas)

Las redes sociales son ese tipo de mundo donde la ostentación y la apariencia son el valor principal para poder coexistir en la virtualidad.

Esta democratización de la moda, no es más que despertar la necesidad de lujo y productos de alta gama en sectores menos poderosos. Prometiéndo un mundo de exclusividad y privilegios al adquirirlos. Despojándo a los productos,  de todo aquello q lo hacia especiales.

Con lo cual, el publico real de productos de lujo, se empezó a correr hacia un sector más discreto, más reducido y mucho más exclusivo, el llamado lujo silencioso, del q ya hablamos. 

Dejando este nuevo mercado de lujo a un consumidor mucho más aspiracional, sediento de un poco de exclusividad y prestigio.

Hoy el lujo, es una herramienta de ostentación, de exhibicionismo. Que muchas personas usan, para proclamar un status o un refinamiento, por pertenecer a un grupo más exclusivo. Sin saber que realmente pertenecen a un grupo aspiracional, que trata de escalar socialmente, como una enredadera, diría una amiga..   No dándose cuenta que son utilizadas y manipuladas por el sistema.  Solo para hacerles creer que son importantes y privilegiados al adquirir estos productos.

Simplemente es todo una estrategia de las firmas, colgadas de un buen nombre. Con resabios del prestigio de diseñadores que fueron epitomes de elegancia y sofisticación de verdadera exclusividad y talento, que si levantaran la cabeza de la tumba se les volvería a caer.

Con saber el trasfondo de como funciona esto, a pesar de ese deseo que nos generan, de llegar a ese mundo de sueños, donde todo es posible, el lujo no tiene alma. Pero algunos de nosotros todavía si. Como diría el gran poeta lo que para arriba es excéntrico para abajo es ridiculez.