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El mercado de valores con bajo ritmo espera por el día después

Las exigencias y costos regulatorios se mantienen como una limitante para el acceso de pymes a Bolsa
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30 de mayo de 2020 a las 05:02

"Si bien es el momento de mayor necesidad de financiamiento para las empresas, creo que las empresas están lejos de la Bolsa”, dijo a El Observador el presidente de la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM), Ángel Urraburu.

En las últimas semanas hubo firmas que han manifestado interés en realizar emisiones para hacerse de fondos, pero no son montos cuya magnitud amerite una colocación pública, dada las exigencias y costos regulatorios que se tienen. Eso termina siendo un obstáculo para las pequeñas y medianas empresas (pymes) cuando se piensa en el mercado de capitales como alternativa de financiamiento.

Urraburu explicó que las empresas que están preguntando son por emisiones de entre US$ 2 millones a US$ 5 millones,  y para que una operación resulte redituable debe estar arriba de los US$ 10 millones.

Una alternativa para estas firmas es captar financiamiento en el régimen de emisiones privadas. Por disposición del Banco Central (BCU) solo un máximo de 25 inversores pueden invertir en esas emisiones privadas, lo que es también una restricción importante.

“Es una medida que habría que cambiar, sobre todo teniendo en cuenta las necesidades que aparecen en estos momentos y que no siempre el sistema bancario las abastece. (…) Se podrían hacer emisiones privadas más chicas, sin tantas exigencias y colocarlas en cualquier cantidad de ahorristas. La Bolsa está tratando de impulsar algún cambio en esa normativa, pero hasta ahora no lo ha logrado”, afirmó el titular de la BVM.

Los valores de oferta privada no requieren inscripción en el Registro de Valores del BCU y su emisor no está sometido a ninguna de las obligaciones que la ley y la reglamentación imponen a los emisores de oferta pública. Estos valores no cotizan en bolsa ni se da a publicidad su colocación.

Si bien en 2017, el gobierno dispuso la creación de un régimen de emisiones simplificadas de valores de oferta pública con el objetivo de promover y facilitar el acceso de las pymes al financiamiento a través del mercado de capitales, la medida no tuvo éxito. Con ello se buscó reducir dificultades de tipo organizativo y de costos de estructuración, pero hasta la fecha no hubo ninguna emisión bajo esa modalidad, lo que deja a entrever que los requisitos son todavía difíciles o costosos de cumplir para las pymes uruguayas.

“Sería un momento oportunísimo para que la Bolsa aparezca. Hay ahorros, hay necesidad de invertir. Está todo dado. Hay que modificar algunas cosas”, afirmó Urraburu 

Grandes emisiones

En los meses previos a la crisis desatada por el coronavirus había muy buenas perspectivas sobre muchos proyectos de infraestructura que iban a pasar por el mercado de valores. En general se trata de iniciativas a largo plazo que superan los US$ 50 millones.

El mayor número de emisiones se da comúnmente  entre marzo y diciembre. Pero en este 2020 la pandemia ha enlentecido el ritmo, según dijo a El Observador el gerente general de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa), Eduardo Barbieri. “Es un tema de expectativas y de ánimo. Tenemos que ver cómo queda el país el día después de la pandemia, y cómo lo visualizan tanto los inversores como los impulsores de los proyectos. Es difícil definir en este momento cómo va a ser el segundo semestre”, apuntó. 

También dependerá de las prioridades e incentivos que pueda plantear el nuevo gobierno. “Creo que la inversión va a estar en la agenda. Soy racionalmente optimista que el mercado más tarde o más temprano va a volver a agarrar el ritmo que tuvo el año pasado, y en 2018 que fue un año récord", apuntó.

En 2019 las colocaciones de fideicomisos financieros junto a la colocación de obligaciones negociables totalizaron U$S 986 millones emitidos en Bevsa, un 3,6% por debajo del máximo nivel del 2018 de U$S 1.022,47 millones, pero superando años anteriores como 2017 (U$S 429,11 millones) y 2016 (U$S 739,69 millones).

Fideicomiso forestal colocó US$ 67 millones

El fideicomiso financiero Forestal Bosques de las Serranías emitió este viernes certificados de participación a través de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa), por US$ 67 millones, superando en un 26,9% la oferta disponible.

El agente fiduciario de este fideicomiso es EF Gasset Management Administradora de Fondos de Inversión SA, mientras que el asesor legal es Ferrero, y el organizador y administrador es Maderas del Uruguay SA, una sociedad anónima creada en 2003, cuyos titulares son Comercializadora Grupo Forestal SA y Fresar G.I.E, empresas que en 2019 administraron 40 mil hectáreas de bosques. 

La suscripción se efectuó a un precio único de 100% en dos etapas: la primera contó con un tramo minorista que no presentó propuestas y uno mayorista que presentó propuestas por US$ 79,64 millones, según informó Besa.

La segunda contó con un tramo especial según lo establecido en el prospecto de emisión para el sponsor del proyecto, Maderas del Uruguay SA, firma que adquirió certificados por US$ 5,36 millones, equivalente al 8% del máximo de la emisión.

 Con los fondos recibidos por el fideicomiso, Bosques de las Serranías invertirá en la compra y el arrendamiento de inmuebles rurales para el posterior desarrollo de la actividad silvícola, que involucra la implantación de masa forestal del género eucaliptus y la comercialización de la madera producida para pulpa de celulosa, principalmente orientada al mercado exterior.

 Los inmuebles serán recomendados por Maderas del Uruguay SA y se estima que se adquirirán 11 mil hectáreas de tierras totales y 6 mil hectáreas de tierras para forestar bajo contratos de arrendamientos.

La agencia de riesgo Cara calificó la emisión con BBB (UY). Los principales riesgos del proyecto están asociados a las variaciones de los costos de la madera, así como el precio de compra y arrendamiento de la tierra.

La tasa interna de retorno (TIR) del proyecto será variable en función de la evolución del negocio. En ese sentido, se concibieron cuatro escenarios con diferentes proyecciones de variables, tales como la inflación y los precios de tierras, generando una TIR estimada para el inversor de entre el  7,69% y el 10,03%.

El fideicomiso tendrá una vigencia de 22 años, pudiendo ser cancelado en forma anticipada o extendido por un periodo máximo de ocho años, con aprobación de una mayoría especial de titulares.

Durante los primeros nueve años no habrá distribución de fondos a los titulares de los certificados, ya que se destinarán los disponibles para cubrir futuros gastos e inversiones, informó Bevsa.

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