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El primer invierno del Mides blanco: entre "soluciones definitivas" y el "plan de contingencia"

Las nuevas autoridades reivindican el aumento de plazas y su modelo de "autonomía"; los fríos polares y la muerte de un indigente aceleraron plan de corto plazo
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20 de junio de 2020 a las 05:01

Cuando el sol caiga este sábado y ponga un cierre al día más corto del año 2020, habrá empezado formalmente el invierno. Y aunque en el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) comentan que el cambio de estación en realidad “comenzó el 13 de marzo” con el inicio de la emergencia sanitaria, en el gobierno ven la llegada de los fríos sostenidos como un nuevo desafío para la gestión que asumió con la fuerte promesa de dar una solución a la creciente población sin techo. 

El primer aviso llegó una semana antes del solsticio, cuando el sábado pasado apareció muerto en Paso Molino un hombre de 53 años que pernoctaba a la intemperie. “Fue un golpe duro”, dijo el ministro de Desarrollo Social Pablo Bartol al anunciar la noticia. 

En seguida, como en un loop, la discusión de cada invierno. La oposición frenteamplista, hasta hace unos meses gobierno, cuestionó la falta de respuestas. El jerarca de la Intendencia de Montevideo Eduardo Brenta escribió en Twitter que el ministro “tiene un muerto en situación de calle”, que “no evitó la enorme cantidad de gente” a la intemperie y hasta exigió su renuncia. “No sabés, andate Bartol”, afirmó. La exdirectora del Programa para Personas en Situación de Calle, Micaela Melgar, señaló un “debilitamiento” del programa. El ministro del Interior, Jorge Larrañaga, dijo el martes, tras su acuerdo con el presidente Luis Lacalle Pou, que “dormir en la calle no es un derecho” y que la Policía aplicaría la ley de faltas para sacar a las personas de las veredas y plazas. En tanto, el mandatario reiteró su compromiso de “hacerse cargo” de la situación. 

Aumento de plazas

Más allá del juego político siempre presente, en la actuación del nuevo gobierno hay diferencias y continuidades respecto a la anterior administración.

Para empezar, en la dirección del ministerio resaltan que el comienzo del invierno los encuentra con un aumento del 40% en la capacidad de plazas para personas en la calle, y esperan “mantener” esa cantidad de lugares una vez que pasen los fríos. 

“Todo lo que creció en estos meses no va a decrecer. No va a ser como en planes de invierno anteriores que había cupos transitorios”, dijo a El Observador Gabriel Cunha, director del Programa Calle. 

En su informe de transición, la anterior administración dejó por escrito que en 2019 “alcanzaron 2.070 cupos en todo el país con la inclusión de más de 200 cupos de invierno”. Los lugares disponibles, que incluyen a los tres programas de calle (madres con niño, cuidados, y calle), hoy bordean los 2.600 lugares, según el director general del Mides, Nicolás Martinelli. 

Cunha, en tanto, resaltó que solo en el programa calle había 1.057 cupos al 1° de marzo, y que “a fin de mes habrá casi 1.500 lugares disponibles”, un aumento de 40% que se dio a través de “la creación de diez nuevos centros”.

“Estamos trabajando en que sean cupos permanentes. La diferencia es que nosotros no hicimos una conferencia de prensa, sino que creamos cupos”, dijo Cunha. 

En el corto plazo

Al asumir, el ministro Pablo Bartol y el subsecretario Armando Castaingdebat definieron que la prioridad para atender a las personas que viven en la calle era primero mejorar las condiciones de los refugios y otros tipos de lugares de acogida. 

Tanto en campaña como luego de asumir, la cúpula del Mides dejó claro que apuntarían a un modelo de soluciones más permanentes y buscarían reducir a un “mínimo indispensable” los refugios clásicos donde se instalan decenas de personas. 

El plan, que ya se empezó a implementar, es fortalecer y ampliar los centros de 24 horas que otorguen “autonomía” a los usuarios. Castaingdebat dijo este viernes en El Espectador que en los primeros cien días de gobierno el Mides dio “solución definitiva a 400 uruguayos” que fueron “trasladados” a centros pensados con esa lógica de autonomía, como los nuevos lugares en el Prado y Sayago. 

Sin embargo, en el ministerio también son conscientes de que la llegada del invierno y los fríos polares exige también soluciones a corto plazo y reabre viejas discusiones sobre la falta de mecanismos para alojar a la gente que hoy está en la calle y se niega a trasladarse a un refugio. 

La semana pasada, días antes de que Larrañaga insistiera públicamente en la aplicación de la ley de faltas, el Ministerio del Interior y el Mides coordinaron la reapertura de la puerta de entrada destinada a esos casos. La policía derivó allí a 85 personas y la mitad prefirió volver a la calle, como ya sucedía durante la administración frenteamplista, más allá de debates y tironeos políticos. 

Pero al mismo tiempo, en el Mides señalaron que la muerte del sábado pasado “cambió el eje” de la discusión pública y los llevó a acelerar un “plan de contingencia” que permita alojar a más personas de forma transitoria, en paralelo a la línea programática de aportar “una solución de fondo” al problema, según dijo Castaingdebat a El Observador

Este jueves, las autoridades de Desarrollo Social decidieron activar un plan de corto plazo en coordinación con la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y el Ministerio del Interior, que pretende aumentar la aplicación de la ley de faltas. “En este ritmo de aplicación de la ley de faltas todavía tenemos lugar en los refugios. La idea es sacar más gente de la calle y para eso estamos instalando otros dispositivos”, señaló el subsecretario.

Para los próximos días se prevé instalar un nuevo lugar de acogida en el Prado, que estaba pensado para alojar a madres con niños pero será “adaptado” para recibir a la población de calle en el marco del plan de contingencia. La idea de las autoridades es generar centros más atractivos que los refugios para convencer a los indigentes de pasar allí las noches. “Hay una población muy grande que no quiere saber nada con los refugios. Los vamos a intentar pasar a este refugio, que va a tener un equipo de ASSE presente y seguridad brindada por el Ministerio del Interior”, dijo el subsecretario. 

Gabriel Cunha, en tanto, destacó que otra de las líneas de trabajo de la nueva administración es dar “respuestas heterogéneas” pensadas para cada situación. “La población de calle es muy heterogénea y la respuesta que había era muy homogénea. Estamos cambiando eso”, afirmó.

Nuevo censo

En un censo que realizó en mayo de 2019, el Mides identificó 2038 personas vivían que en las calles. Convencidos de que la población sin techo es mayor, los nuevos jerarcas se reunieron esta semana con el Instituto Nacional de Estadística para coordinar un nuevo censo. 

 

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