Sin embargo, Benito señaló que las altas habilidades cognitivas deben ir acompañadas por la creatividad, la madurez para el procesamiento de la información y la motivación intrínseca para aprender.
La especialista llegó a Uruguay para asesorar a los técnicos que están trabajando en el primer screening para identificar la cantidad de niños de ocho años con superdotación a nivel nacional. Se trata de una resolución del Ministerio de
Educación y Cultura, que se convertirá en el primer paso para determinar la cantidad de uruguayos que tienen altas capacidades, una cifra que aún se desconoce..
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que el 2% de la población es superdotada, por lo que es de esperar que Uruguay se encuentre dentro de este parámetro.
Mujeres, grupo de riesgo
Si la inteligencia es democrática, la detección y la atención no lo son tanto. De hecho, Benito manifestó que la superdotación tiene sus grupos de riesgo, es decir, grupos poblacionales donde su identificación y su acompañamiento se hacen más difíciles. Estos son: las mujeres, las personas con trastornos asociados, las clases socioculturalmente desfavorecidas y las minorías étnicas.
En diálogo con El Observador explicó que la detección en las niñas es más difícil porque estas suelen adaptarse a su entorno y no demostrar todas sus capacidades. En cambio, los niños tienden a mostrar más sus conocimientos y habilidades. "Las niñas obtienen buenos resultados, pero sin destacarse para pasar desapercibida y quedar bien. Esto a costa de factores psicosomáticos y de no poder desarrollar todas sus capacidades", advirtió Benito.
En este sentido, subrayó el "estrés continuo" al que se someten las niñas superdotadas, con tal de adaptarse a todos los entornos en los que pueda verse envuelta. "Primero tienen que adaptarse a un ritmo escolar que no le corresponde, luego a un lenguaje, a una forma de estar y comportarse", puntualizó. Esto no es bueno porque las hace sufrir mucho, pero además porque dificulta la detección de la superdotación.
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Por su parte, "los niños desde pequeños empiezan con el tema del universo, la robótica, los legos, los números" y es más fácil identificarlos, dijo la experta. Al respecto, comentó que hasta el día de hoy llegan a su consulta padres que traen a su hijo varón porque lo consideran "muy inteligente" y, por las dudas, traen también a la hermana porque "es muy trabajadora". "Ocurre que a veces la niña termina siendo más inteligente que su hermano, pero nadie lo había notado", afirmó.
Más allá de esto, la psicóloga manifestó que todas las personas superdotadas tienden a sufrir por su condición. Esto se debe a que deben adaptarse a un sistema educativo que muchas veces no se ajusta a sus características y, por otro lado, porque muchas veces se les dificulta encontrar amigos con los que poder compartir intereses, juegos o formas de lenguaje.
Éxito y motivación
Benito también subrayó que aunque habitualmente se asocia la superdotación con el éxito esto no necesariamente tiene que ser así. Para que así sea, el niño debe contar con buenos profesores, creatividad tener ideas y plasmarlas y motivación intrínseca para desarrollar su talento.
En este sentido, hizo hincapié en la falta de motivación que suele presentarse en la etapa de Secundaria. La experta explicó que los niños superdotados transcurren la primaria sin problemas y sin estudiar. Sin embargo, cuando llegan a secundaria – más tarde o más temprano- se van a topar con la realidad de que deben estudiar. El problema es que durante la escuela no generaron el hábito de estudio, entonces, se les hace difícil y se desmotivan. "Algunos se plantean que han dejado de ser inteligentes y sus familias también", comentó.
Plan piloto del MEC
La decisión del Ministerio de Educación y Cultura de comenzar a diseñar políticas para atender a los niños superdotados tiene que ver con la intención de darle a todos las mismas posibilidades. "Las políticas educativas en Uruguay tienen una larga trayectoria en educación especial para niños que presentan discapacidades, pero no las tiene para niños con altas capacidades", dijo a El Observador, la subsecretaria de Educación, Edith Moraes. "Hoy se atienden casos particulares, pero la educación pública debe ser para todos", resaltó. Este año se llevará a cabo el screening con una muestra seleccionada de niños de ocho años. A fin de año se esperan tener los resultados. A partir de ellos, la idea es comenzar a trabajar en un plan piloto con los niños que denoten altas capacidades, de manera de darles atención pedagógica que favorezca su desarrollo.