Días antes de renunciar a la Cancillería y de huir de la política, asqueado por cosas que no toleró, Ernesto Talvi había señalado que las tres comisiones binacionales (Salto Grande, Río Uruguay y Río de la Plata), tenían un presupuesto mayor al de todo el Ministerio de Relaciones Exteriores, del que dependen.
Por eso le había pedido, a los tres presidentes designados por el gobierno uruguayo que por “transparencia y respeto a los contribuyentes” realizaran un “informe exhaustivo de ingresos, uso de recursos y situación patrimonial”.
Con el refuerzo presupuestal de $200 millones, pedido por el presidente de la delegación uruguaya de Salto Grande, Carlos Albisu, el tema explotó esta semana, y por eso en esta Newsletter EnClave intentaré pasar raya al trasfondo político de un tema que tiene todos los ingredientes para poner el ojo y generar enojos: clientelismo, cargos otorgados por designación directa, opacidad en los controles.
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