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El uso del cannabis en la cría de pollos mejora la sanidad animal y la calidad de la carne
En Tailandia, un granjero con licencia para producir cannabis medicinal comenzó a mezclar en la comida y el agua de su criadero de pollos, los sobrantes de la cosecha cannábica, logrando disminuir en gran medida la dependencia de los antibióticos necesarios para mantener un nivel adecuado de sanidad animal.
El granjero Ongard Panyachatiraksa, recurrió previamente a investigadores de la universidad de Chiang Mai quienes comenzaron a estudiar, en el mes de febrero, la respuesta de mil pollos de un criadero orgánico en la localidad de Lampang a la ingesta de cannabis mezclado en el agua y la comida.
Los resultados del estudio sugieren que el cannabis puede ayudar a reducir significativamente la dependencia de los antibióticos, de acuerdo a la académica Chompunut Lumsangkul, profesora asistente en el departamento de ciencias acuáticas y animales.
Chompunut analizó el estado de los pollos para observar el impacto que el cannabis tenía en su crecimiento, vulnerabilidad a las enfermedades y si había alguna diferencia en la calidad de sus huevos y carnes, prestando atención a la posible existencia de cannabinoides en ellos.
Los pollos recibían el cannabis en diferentes cantidades y formas -en agua previamente hervida con hojas de cannabis o en alimento mezclado con hojas trituradas.
No se pudo observar ningún comportamiento anormal de los animales. “Con los niveles de cannabis que se les dio, los pollos no quedaban drogados”, dijo Chompunut.
Los niveles de THC, la sustancia psicoactiva, y de CBD en las hojas va de 0,2 a 0,4 %, porcentajes que hay que tener en cuenta para hallar el nivel adecuado de ingestión que los ayude mejorar su inmunidad sin efectos secundarios.
Los resultados del estudio no han sido publicados aún por Chompunut, pero han podido observarse signos positivos como menos casos de bronquitis aviar y una mejor calidad de la carne, medida en su composición proteica, su consistencia y contenido de grasa.
No está claro aún cuál es el mecanismo que opera esos efectos positivos, aunque los investigadores suponen que los componentes bioactivos del cannabis estimulen la salud de los intestinos de las aves, aumentando su inmunidad y mejorando su performance de crecimiento.
La investigación subsiguiente consiste en observar si el cannabis puede llegar a reemplazar totalmente a los antibióticos en la cría de aves en granjas.
Chompunut rescató la tradición Thai sobre el uso del cannabis en la alimentación, por ejemplo, mezclando cannabis con otros ingredientes para hace bocadillos de pollo. También agregándolo a la sopa para mejorar su sabor.
Tailandia ha flexibilizado en gran medida sus leyes sobre la marihuana, primero legalizando su uso medicinal y más tarde permitiendo la venta de productos mezclados con cáñamo y CBD. Al mismo tiempo, el gobierno ha eliminado al cannabis de su lista de narcóticos, aunque sigue permaneciendo la prohibición de fumar en público, y de la posesión y venta de extractos con más de 0,2 % de THC.
Si bien el precio del cannabis es todavía muy alto en Tailandia como para incorporar su uso en las granjas aviares, también es cierto que los pollos que se crían con ese agregado se venden a un mejor precio. Ongard, el granjero pionero en esta práctica, dijo que habitualmente un pollo común se vende a unos 60 baht (US$ 1.50 aproximadamente) el kilo, mientras que uno de sus pollos puede venderse al doble de ese precio.
