En pleno período de pases la directiva de Peñarol es un polvorín. Los hechos hablan por sí solos. El presidente Juan Pedro Damiani echó a Betingo Sanguinetti de la comisión de fútbol. Ignacio Ruglio se quejó del trato y de la falta de respeto al excapitán Carlos Valdez y de que ningún jugador del plantel principal asistió al velorio de Tito Gonçalves. Edgard Welker le respondió con dureza a Ruglio. Y Sergio Perrone justificó al presidente y dijo que hay dirigentes que "lo único que hacen es política".
En medio de todo este lío desembarca Leonardo Ramos en el equipo. Un entrenador nuevo que se tendrá que adaptar a un club que vivirá un año político y con una hinchada impaciente.
"Juan Pedro Damiani me solicitó que deje de actuar en la Comisión de Pases y Contrataciones. Somos institucionalistas por naturaleza, por eso, apenas me lo solicitó hice efectivo mi alejamiento", escribió Sanguinetti en su cuenta de Twitter.
"No costaba nada llamar a Carlos Valdez y dar un mensaje de respeto. El club perdió su identidad desde hace muchos años. El trato humano no cuesta nada, es una llamada o una reunión de 10 minutos. Dejás una puerta, mimás a una persona y das un mensaje al resto de que en Peñarol se respeta a la gente que trabaja", expresó en el programa 100% Deportes de Sport.
"Esto pasa por estilos. Al capitán de capitanes, al más grande de la historia, de los tipos más queridos de la historia (Tito Gonçalves), no fue un solo jugador de las juveniles el día del velatorio. El único que fue, fue el hijo de Maidana. Tenía que haber salido de un cortejo de juveniles. Bueno, no fue nadie de Primera división... Esas cosas bajan de la cabeza si vos en un momento no empezás a recuperar tu identidad y marcás las normas claras".
Sobre el pedido de Ruglio de llamar a Valdez, Welker respondió: "No entiendo como él, sabiendo eso no lo propuso al consejo directivo. Lo plantea públicamente y no en el consejo, eso corresponde a una crítica que hizo el representante de Valdez".
Y sobre la ausencia de jugadores en el velatorio de Gonçalves expresó: "Sinceramente no sé, yo en el momento de estar ahí no recuerdo haber visto a nadie. Es un problema de los jugadores. ¿Por qué tenemos que obligar a la gente a que vaya a los velorios? ¡Pero ya critica hasta los velorios! Me parece un exceso de protagonismo. Dice que quiere volver al Peñarol de las raíces, y estamos de acuerdo, pero los dirigentes de antes no mediatizaban los problemas".
"El presidente le quiso poner un poco de su impronta cosa que a mí no me parece mal. En Peñarol ese tipo de discusiones suelen suceder, los que estamos en Peñarol tenemos un temperamento sino en Peñarol no podés sobrevivir y somos todos temperamentales y tenemos nuestras discusiones y puteadas y ha pasado siempre. Lamentablemente ahora salió a luz y no está bueno. Pero es normal", dijo en el programa Tiempo de Fútbol de Sport.
Y luego disparó: "Lo que veo es que hay directivos que todo lo transforman en electoral y otros que se dedican a trabajar por Peñarol. Hay una marcada diferencia en eso. Lamentablemente de un tiempo a esta parte hay algunos actores dentro de Peñarol que lo único que hacen es política y eso le hace muy mal a Peñarol".
El citado dirigente no acató la medida y se quedó un tiempo más en el cargo. En los primeros días del presente año dio un paso al costado. Su cargo será asumido la próxima semana por Edgard Welker.
Ramos está armando el plantel y cuando salga a la cancha se encontrará con una hinchada impaciente que exige resultados.
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