En manos de esta generación está la posibilidad de modificar modelos de producción y consumo

Es el concepto clave del presente. El momento histórico es ahora Y desde DERES, como organización que nuclea a empresas comprometidas, así lo entendemos.  

El mundo cambia y Uruguay debe ir con esos cambios. Las empresas líderes a nivel global van mucho más allá de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE). Ahora es fundamental integrar la sostenibilidad en todas las áreas en las que cada empresa se desenvuelve, los ODS son una excelente herramienta para lograrlo.

El desarrollo sostenible supone un concepto más integral en la agenda de negocios y permite entender el mundo desde una visión más holística en la que no se puede generar valor si no se tiene en cuenta la reducción del impacto ambiental y la mejora de la calidad de vida y además del desarrollo económico. Implica la búsqueda de equilibrio entre estos tres factores. El tema central, en este sentido, es muy claro: en manos de esta generación está la posibilidad de modificar los modelos de producción y consumo.

Los problemas éticos, sociales y ambientales son un enorme reto para la sociedad. DERES tiene la misión de impulsar la cultura de la RSE y creemos que las empresas tienen un papel clave en la transición hacia un modelo de desarrollo sostenible. Como unificador de los intereses de las empresas, entendemos que hay que trabajar con la sociedad y lograr el éxito con ella. Los consumidores socialmente responsables se han ido incrementando y se interesan por las empresas con impactos positivos, tomando decisiones de consumo basado en estos criterios.
Por tal razón, trazamos planes de acción en pos de una sociedad más justa, para debatir, dialogar y generar consciencia sobre el tema: conferencias, talleres, guías, publicaciones  y promoviendo la interacción entre el sector empresarial, el gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y llegando mismo al ciudadano tomando conciencia que todos tenemos un rol protagónico en lo relativo a los ODS aprobados por la asamblea de la ONU. 

Conocemos bien que la incorporación de prácticas de RSE generan dependiendo del ámbito de aplicación, enormes y variadas ventajas para las empresas: menor rotación y ausentismo, mayor productividad, retención y atracción de talentos,  mayor rentabilidad,  mejor acceso a fuentes de financiamientos y créditos, mejor relacionamiento con el Estado, mayor fidelidad de consumidores y clientes,  aumento en el valor de mercado de la empresa,  o menor exposición al riesgo. Son una manera de relacionarse con la sociedad. El modelo de desarrollo sostenible  estimulado por la creciente expectativa que los grupos de interés ponen en las empresas y por la conciencia que éstas tienen de su protagonismo en la preservación del medio ambiente y el desarrollo de las personas es el modelo que toma en cuenta a sus grupos de interés, trabaja en disminuir los impactos negativos y asume compromisos en la medida de sus capacidades para mitigar al máximo los mismos en tanto se preocupa por el bienestar de las personas y su crecimiento. Todos, seamos proveedores, seamos consumidores, seamos instituciones estatales o no gubernamentales, tenemos responsabilidad en quebrar el paradigma actual de desarrollo. Por eso desde DERES entendemos junto a las empresas que la integran, que somos una verdadera red de empresas, todas comprometidas con una forma de hacer negocios y estamos orientadas hacia el desarrollo sostenible.

La RSE es una manera de relacionarse, absolutamente vigente y válida, pero las empresas ven que orientándose a un modelo sostenible de negocio es como pueden preservar su propia existencia, procurar su crecimiento y verificar en qué condiciones lo están haciendo colaborando y propiciando sociedades cada vez más inclusivas e integrándose con todos los actores para preservar el medioambiente pensando en éstas pero sobre todo en las generaciones futuras.