Uruguay se prepara para la posible visita del papa Francisco: ensayo de coro, elección de repertorio y trámites de Cancillería

Los obispos de Uruguay, como también sus pares de la región, ya manifestaron su intención de que el papa Francisco arribe al Cono Sur entre marzo y mayo de 2024. Y según supo El Observador, se maneja la posibilidad de que el canciller uruguayo Francisco Bustillo viaje “en los próximos días” al Vaticano para entregarle en mano al santo padre la invitación formal del gobierno uruguayo. 

Sucede que el papa Francisco cumple en sus viajes un doble rol: es la máxima figura de la Iglesia Católica y es, a la vez, el jefe de Estado de Ciudad del Vaticano. Por eso los gobiernos tienen que gestionar la invitación formal.

“Mi idea es viajar a Argentina el año que viene, pero tendremos que ver si es posible", había dicho el papa el pasado jueves, cuando participó en la inauguración de una nueva sede educativa en la comunidad de Scholas del Barrio Mugica.

¿Qué tiene que ocurrir para que se dé la posibilidad? Bergoglio cumplirá en diciembre 87 años y el pasado marzo había sido hospitalizado por una infección respiratoria. En las últimas apariciones públicas se lo vio circular con dificultad, muchas veces en silla de ruedas. Por tanto, la visita a Sudamérica pende de su estado de salud.

A su vez, Argentina inicia en agosto su ciclo electoral y el 22 de octubre define en las urnas el futuro presidente. El papa Francisco, quien nació en el barrio porteño de Flores, quiere evitar que su presencia en la región afecte los comicios.

“No soy peronista. Y si lo fuera, ¿qué tendría de malo?”, había declarado el papa, quien llamó a la vicepresidenta Cristina Fernández (peronista) tras el intento de magnicidio. Ese vínculo de acercamiento y distanciamiento con el gobierno de turno quedó más claro cuando frente a 32 jesuitas, en Hungría, el Pontífice señaló que el kirchnerismo intentó meterlo preso poniendo en duda su actuación durante la última dictadura: “Querías cortarme la cabeza”.

Fuentes de la Santa Sede explicaron a El Observador que el papa ya manifestó la intención de visitar Argentina y que no quieren que el anuncio esté condicionado a los resultados electorales. Y también que la llegada sería en 2024 posterior al ciclo electoral. Si bien ese año habrá comicios en Uruguay, al no tratarse de una autoridad nacida en este país no había incidencia alguna.

Ante estas dos advertencias —el estado de salud y las elecciones en Argentina—, la planificación de la llegada se maneja con cautela. Mucho más en Uruguay, donde la fugaz visita del papa Juan Pablo II a la ciudad de Melo, en mayo de 1988, derivó en la película El baño del papa. En la ficción se recrea cómo el pueblo se prepara durante mucho tiempo para recibir a más de 50.000 turistas, pero que, llegado el momento, acaba siendo un descalabro.

Carlos Medina, coordinador del Ministerio de Música de la Iglesia Católica de Montevideo y quien dirigirá al equipo de músicos que ensayarán para la visita de Francisco, había sido el tecladista en la misa de Tres Cruces en la primera visita de 1987 y en la celebración de la palabra en el Estadio Centenario durante la segunda llegada de Juan Pablo II al año siguiente.

Como sucedió entonces —y como ocurrió hace poco en la beatificación de Jacinto Vera—, “se confecciona un listado de cantos posibles y luego lo aprueba el equipo de liturgia”. Eso sí: el himno del papa “es muy probable que esté en el repertorio” y por eso esperan la confirmación para ensayar desde mitad de este año. ¿Habemus visita?