La campaña, que será a nivel nacional, comenzará en enero e incluirá en su gran mayoría deportaciones hacia países de Centroamérica. Más de 100 mil familias han hecho el cruce en 2015, aseguraron fuentes de la operación a ese diario.
Según la información, se trabajará para expulsar adultos y niños cuya deportación ya haya sido ordenada por un juez de inmigración. Las personas serán detenidas y deportadas y, si bien la cifra que se maneja está alrededor de los cientos de miles, el número "podría ser mayor".
La presión sobre las deportaciones es un tema polémico en la administración Obama, ya que focaliza en familias que han venido de países donde la violencia hace estragos, como es el caso de El Salvador, Guatemala y Honduras. El plan se expone a recibir críticas de líderes sociales latinos y defensores de los
inmigrantes.
"Este gobierno no ha entendido aún que estos inmigrantes son en realidad refugiados", explicó Gregory Chen, director de la Asociación Americana de Abogados Defensores de Inmigrantes.
Los raids de inmigrantes serán un tema en la campaña de 2016. Entre otros, el candidato republicano
Donald Trump propuso no solo construir un muro a lo largo de toda la frontera entre Estados Unidos y México, sino además prohibir la entrada de refugiados musulmanes luego de los atentados en París.