Mientras continúan los sangrientos combates entre el Ejército y los paramilitares en Sudán, los Estados Unidos evacuó al personal de su embajada en Jartum, seguido por Francia, que lanzó una operación para sacar a sus ciudadanos del país africano.
El papa Francisco, por su parte, hizo este domingo un llamado al diálogo ante la grave situación en ese país, donde desde hace más de una semana se libran mortíferos combates entre el ejército y los paramilitares.
Durante su tradicional oración dominical en la plaza de San Pedro del Vaticano, dijo que "por desgracia, la situación en Sudán sigue siendo grave, por lo que renuevo mi llamado para que cese cuanto antes la violencia y se retome la vía del diálogo".
La violencia en este país del noreste de África, de unos 45 millones de habitantes, se desató el 15 de abril entre el ejército del general Abdel Fatah al Burhan, gobernante de facto de Sudán desde el golpe de 2021, y su rival, el general Mohamed Hamdane Daglo, líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Los violentos enfrentamientos tienen lugar esencialmente en Jartum, la capital, y en la región de Darfur, en el oeste del país.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 420 personas murieron y 3.700 resultaron heridas hasta ahora.
La violencia también desplazó a decenas de miles de personas hacia otros Estados de Sudán o los vecinos Chad y Egipto, y propició que varios países empezaran operaciones para evacuar a sus ciudadanos.
AFP
El papa Francisco, por su parte, hizo este domingo un llamado al diálogo ante la grave situación en Sudán
Francia lanzó una "operación de evacuación rápida", anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores el domingo. La operación incluye también a ciudadanos de otros países europeos y aliados.
Horas antes, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, declaró que Washington había evacuado a su personal gubernamental de Jartum con helicópteros y suspendido temporalmente las operaciones de su embajada.
Cerca de un centenar de personas, incluido varios diplomáticos, fueron evacuados con ayuda de un helicóptero, precisó un alto responsable del departamento de Estado, John Bass. Aún quedan otros cientos de ciudadanos estadounidenses en el país, cuya evacuación no está prevista "de momento".
Turquía anunció que planeaba sacar a sus ciudadanos del país el domingo por vía terrestre o a través de un país tercero, según anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores el sábado.
España también comenzará este domingo la operación de evacuación de sus ciudadanos. Desde hace dos días hay aviones de transporte militar del Ejército del Aire español en Yibuti como parte del plan de España para evacuar a unas 80 personas, entre españoles, europeos y sudamericanos, que se encuentran atrapados en Sudán.
Sin hospitales
Los encarnizados combates entre las fuerzas de los dos generales en el poder no dan tregua y dificultan las labores de evacuación.
Una fuerte explosión tuvo lugar el domingo en el barrio de Kafuri, en el norte de Jartum, cerca de una mezquita que había sido designada como punto de encuentro para los civiles turcos. La operación de evacuación tuvo que ser aplazada.
Los choques y los tiroteos arrecian en la capital y sus alrededores, según testimonios recogidos por AFP. Aviones de combate sobrevuelan la zona mientras van avanzando los blindados paramilitares.
Los ataques ya destruyeron u obligaron a cerrar un "72% de los hospitales" en las zonas de combate, alertó el sindicato de médicos.
En las calles, los enfrentamientos dejan sus huellas. Las farolas yacen en el suelo, mientras algunas tiendas incendiadas siguen sacando columnas de humo.
Arabia Saudita fue el primer país en evacuar a sus ciudadanos (91) el sábado, junto a otros de unos sesenta países. Todos llegaron a Yeda, una ciudad portuaria saudita a orillas del mar Rojo.
Para el investigador Hamid Jalafallah, "pedir corredores seguros para evacuar a los extranjeros sin pedir al mismo tiempo el fin de la guerra sería terrible".
"Los actores internacionales tendrán menos peso cuando hayan abandonado el país: hagan lo que puedan para irse con seguridad, pero no dejen a los sudaneses atrás sin protección", pidió.
El terror en casa
En Jartum, con una población de 5 millones, el conflicto dejó a los civiles aterrorizados refugiados en sus casas. Muchos salen sólo a buscar comida o para huir y temen un recrudecimiento de la violencia tras la salida de los extranjeros.
Atrapados entre los combates, carecen de agua y electricidad, mientras las reservas de alimentos se van agotando. Las redes de internet y teléfono funcionan de manera intermitente.
La primera evacuación fue posible por un declive en los combates el viernes, primer día de la fiesta del Aíd al-Fitr, que marca el fin del mes sagrado musulmán del Ramadán.
El ejército y las FAR habían anunciado altos el fuego de manera separada, pero se acusaron después de violar la tregua.
Ambos bandos están además enzarzados en una guerra de información y es imposible saber quién controla los aeropuertos del país y en qué condiciones se encuentran tras haber sido escenario de intensos combates.
La disputa entre Burhan y Daglo surgió de los planes de integrar las FAR al ejército regular, un requisito clave del acuerdo para restaurar la democracia en Sudán tras el golpe militar que depuso al gobernante autocrático Omar al Bashir en abril de 2019.
El Programa Mundial de Alimentos advirtió que millones de personas más podrían sufrir hambre debido a la violencia en el tercer país más grande de África, donde un tercio de la población necesita ayuda.
(Con información de agencias)