Con la certeza de que están los votos para aprobarlo, el Partido Colorado resolvió exhortar a sus senadores a que el proyecto de eutanasia salga de la comisión y sea sometido a debate por “respeto a los que están sufriendo”.
Luego de intensas negociaciones, el proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados en octubre de 2022 con votos de blancos, colorados y frenteamplistas, y desde entonces está en la comisión de Salud Pública del Senado, donde a principios de año se había establecido que fuera el tercero en ser tratado, según contó a El Observador el presidente de esa comisión, el socialista José Nunes. El primero era el de voluntad anticipada mientras que el segundo era cuidados paliativos.
Pero ese acuerdo fue modificado a principios de julio, cuando el vicepresidente de la comisión, Amín Niffouri, planteó el interés de la coalición de abordar antes que la eutanasia otros dos proyectos: el de internación compulsiva de personas que están en situación de calle y uno relativo a la regulación de la utilización de pirotecnia.
Esta decisión molestó a varios dirigentes colorados y motivó que el tema fuera incluido y discutido en el orden del día de la sesión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del 4 de setiembre, en la que se resolvió exhortar a los senadores “a que lleven a debate el tema, más allá de la opinión que cada uno pueda tener sobre el fondo del asunto”.
Ese día, el diputado de Ciudadanos, Ope Pasquet, uno de los impulsores del proyecto, manifestó que había recibido varias consultas y que los pacientes merecían tener certezas sobre la situación para definir su futuro. “Es tiempo de adoptar una decisión. Por respeto a la gente que está sufriendo hay que terminar con esta incertidumbre y decidir si en Uruguay vamos a tener la posibilidad de elegir una muerte digna, apacible y sin dolor o si hay que seguir hasta que la naturaleza haga su obra", dijo en declaraciones citadas por radio Monte Carlo.
Por disposición del secretario general Julio María Sanguinetti, el CEN envió una nota en papel con la exhortación a los cuatro senadores, ya que ninguno había estado en la sesión pese a que sabían que se trataría el tema, algo que –a su vez– generó malestar en la bancada porque entienden que el proyecto no se ha dilatado.
“Dada la expectativa que ha generado este proyecto en muchas personas que adolecen de dolencias graves se hace necesario que exista un pronunciamiento, afirmativo o negativo pero que genere certeza sobre la situación”, señala el comunicado emitido.
Actualmente, la mayoría de las comisiones del Senado están en receso ya que buena parte de los legisladores se encuentran trabajando en la Rendición de Cuentas. La idea es retomar la actividad en octubre, luego que el proyecto sea votado.
La intención de los colorados, tras la exhortación, es que en esa fecha la senadora Carmen Sanguinetti, que integra la comisión de Salud Pública, plantee que el proyecto comience a ser tratado, algo que supondrá –nuevamente– modificar los asuntos a priorizar.
La comisión está compuesta por siete miembros, de los cuales tres (Carmen Asiaín, Carmen Sanguinetti y Guido Manini Ríos) tienen resuelto votar en contra, mientras que otros tres (José Nunes, Charles Carrera y Sandra Lazo) están a favor.
El voto que desempata es el del nacionalista Amín Niffouri, que aún no tiene posición aunque ya ha recibido delegaciones que están a favor y en contra.
Más allá de la indefinición de Niffouri, colorados y frenteamplistas se aferran a que en el plenario sí están los votos para aprobarlo, por más que salga de la comisión con un informe en mayoría que sugiera rechazarlo.
De acuerdo con cálculos realizados por El Observador a partir de la consulta a legisladores, hay al menos 19 que piensan votar a favor. Son los 13 senadores del Frente Amplio, a los que deben sumarse 2 del Partido Colorado (Adrián Peña y Raúl Batlle) y otros 4 del Partido Nacional (Graciela Bianchi, Rodrigo Blás, Juan Sartori y Jorge Gandini).
Con estos números arriba de la mesa, en caso que el tratamiento se postergue, una posibilidad in extremis que manejan los colorados es que algún senador proponga que el tema sea tratado directamente sin esperar por la definición de la comisión, algo que buscarán evitar porque se considera de cortesía que esta haga un análisis y pueda proponer modificaciones tras recibir a diferentes delegaciones.
De hecho, es probable que el proyecto aprobado en Diputados reciba cambios, ya que el senador nacionalista Jorge Gandini –que no integra la comisión– adelantó en declaraciones al semanario Búsqueda que está trabajando en añadir al texto un capítulo “garantista” que incluya la participación de un psiquiatra que evalúe si el paciente está en condiciones de definir su muerte y un asistente social que detecte o descarte violencia o presiones de su entorno para tomar esa decisión en el proceso.
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