Como ha sido una constante en las últimas salidas para emitir deuda en los mercados internacionales, Uruguay volvió a recibir un fuerte espaldarazo de los inversores. Fuente del mercado informaron a El Observador que la demanda por el nuevo bono nominal en pesos con vencimiento en 2028 alcanzó un máximo durante la operación de US$ 4.400 millones. Finalmente, el gobierno terminó aceptando US$ 1.100 millones, informaron las fuentes a El Observador.
La demanda superó ampliamente las expectativas iniciales, ya que las autoridades tenían previsto colocar un piso de US$ 500 millones para que este nuevo papel pueda considerarse un bono de referencia para deuda en pesos nominales a 10 años, una operación inédita para el país hasta el momento.
Las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas fijaron una tasa de rendimiento de 8,625% nominal anual para el nuevo bono. En el correr de las próximas horas el gobierno comunicará finalmente a cuánto ascenderá el monto de recompra de papeles que ya están en circulación.Desde el punto de vista estratégico, una emisión con estas características no solo ayuda a desdolarizar la deuda porque se sigue emitiendo en moneda nacional, sino que se le considera como el paso a "una segunda generación de desdolarización", había dicho semanas atrás una fuente consultada por El Observador.
También es una señal clara al mercado respecto a la política de mantener la inflación controlada y seguir apostando por el peso. De hecho este tipo de operación sería impensada con niveles de inflación superiores a 10% como ocurrió en el primer trimestre de 2016.El ministro de Economía, Danilo Astori, dijo este jueves que la nueva emisión "demuestra la enorme confianza que Uruguay tiene en el exterior" y que es señal de un proceso de "diferenciación".
"Ser diferente es que Uruguay pueda colocar, como ningún otro país emergente, deuda global en moneda nacional nominal", dijo Astori, quien además vaticinó que la operación será "muy exitosa".Según el ministro, la "brusca" caída de las tasas de interés "revela el notable descenso que ha tenido el costo de financiamiento del Uruguay en los últimos tiempos", ayudado también por la situación financiera internacional que permitió el acceso "fluido" a mercados globales en pesos. "Hay un reflujo de capitales hacia los mercados emergentes y Uruguay no puede desaprovechar esta oportunidad para mejorar la composición de su endeudamiento", concluyó.
Las calificaciones previstas para el papel, a tasa fija nominal y vencimiento en 2028, son Baa2/BBB/BBB-, agregó IFR, un servicio de información financiera de Thomson Reuters. El emisor nombró a Deutsche Bank, HSBC y Santander encargados de la operación.Uruguay vuelve a los mercados internacionales tras colocar en junio su primer bono global en pesos a tasa fija, por el equivalente a US$ 1.250 millones con un rendimiento de 10%. Ese papel, con vencimiento en 2022, hoy paga 8% anual.
Con la emisión, el gobierno busca financiarse, desdolarizar su deuda, correr vencimientos y desarrollar el mercado de títulos en pesos nominales, aprovechando el apetito de los inversores por papeles emergentes.La nueva operación incluye la recompra de bonos en dólares y unidades indexadas a la inflación (UI). Uruguay quiere recomprar los bonos en UI con vencimiento en 2018 con cupón de 5% y 2027 con rendimiento de 4,25% a un precio de 102,30 y 109,15, respectivamente. El país lanzó también una oferta de compra de 122,95 y 111,20 por sus bonos en dólares al 2022 y al 2024, respectivamente. La inflación anual de Uruguay fue de 5,4% en agosto, dentro del rango meta de entre 3% y 7%.
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