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Gas Sayago perdió US$ 3,5 millones en primer semestre; UTE no entierra el proyecto

La empresa tiene a la venta sus acciones, pero el llamado a presentación de ofertas lleva dos postergaciones
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03 de septiembre de 2019 a las 05:04

La empresa Gas Sayago (en etapa de liquidación) registró en los primeros seis meses del año un resultado negativo de US$ 3,5 millones, según se desprende del último balance publicado por UTE. Hace algo más de un año que el gobierno descartó el controvertido proyecto para la instalación de una planta regasificadora por medio de la empresa estatal que opera bajo derecho privado y que terminó en un fracaso.

El paquete accionario de la compañía pertenece en un 79% a UTE y en 21% a Ancap. A comienzo de año se puso a la venta el 100% de sus acciones, pero hasta la fecha la operación no se ha cerrado.

Inicialmente la apertura de las ofertas estaba prevista para el 30 de mayo pasado. Pero una circular emitida una semana antes había postergado el plazo para el 30 de agosto. Sin embargo, el pasado 27 de agosto una nueva comunicación volvió a suspender la apertura de ofertas para el próximo 27 de setiembre, según fue publicado en el sitio de la Agencia de Compras y Contrataciones del Estado.

El pasado 28 de junio venció el plazo del data room virtual por el cual se ofrecía toda la información requerida -previa firma de un acuerdo de confidencialidad-, para los compradores de los pliegos del llamado con valor de US$ 4.000. Por otro lado, hace un mes atrás se habilitaron visitas al obrador de Punta de Sayago, del cual podían participar posibles oferentes acompañados de personal técnico de la empresa, según había informado su gerencia general.

Según dice el balance de UTE, Gas Sayago se plantea reposicionar el proyecto con el objetivo de que los accionistas puedan monetizar los activos y el know-how desarrollado hasta el momento, minimizando la exposición de éstos a los riesgos asociados al desarrollo del proyecto.

“En base al objetivo planteado, se propuso mantener en Gas Sayago, al mínimo costo posible, únicamente los activos (bienes, permisos y autorizaciones, contratos y servicios, etcétera.) que resulten aplicables para el desarrollo de un nuevo proyecto alternativo, ofreciendo la compañía a la venta a través de un proceso competitivo el cual comenzó a desarrollarse por los accionistas en febrero de 2019, en el marco de un reposicionamiento estratégico del proyecto que mantenga el objetivo principal de obtener un suministro de gas natural”, se afirma.

“De esta forma se mantiene abierta la posibilidad de que el proyecto se concrete, obteniéndose así la infraestructura necesaria para posibilitar el suministro de gas natural, a la vez que los accionistas logran monetizar lo invertido hasta el momento a través de la venta de sus paquetes accionarios”, se añade.

La empresa adjudicataria se quedará con el permiso ambiental otorgado por Dinama, la concesión dada por la Administración Nacional de Puerto y los antecedentes técnicos generados en el marco del proyecto. Entre los activos también está un gasoducto que costó cerca de US$ 70 millones y que la firma constructora brasileña OAS no terminó de construir.

De acuerdo a las ofertas recibidas y a partir del análisis de conveniencia se adjudicará la venta o se dejará desierta la convocatoria, y se realizará una nueva ventana de venta y así sucesivamente, según había informado Ancap a El Observador.

La presidenta de Ancap, Marta Jara, afirmó la semana pasada que Gas Sayago cerró sus operaciones propias el pasado 30 de junio y hoy se encuentra en etapa de liquidación.

Juicios por US$ 94 millones

El adquirente no asumirá responsabilidad patrimonial por los hechos ocurridos con anterioridad a la adquisición de las acciones. Hoy la firma enfrenta demandas millonarias de otros privados tras la salida de OAS en 2015.

A junio de 2019 había litigios y procesos judiciales iniciados contra Gas Sayago, cuyos montos reclamados totalizaban unos US$ 94 millones. “Varios son de inicio reciente lo que genera incertidumbre respecto a su dilucidación en el resultado final para la empresa”, dice el último balance de UTE.

En setiembre de 2015 el Poder Ejecutivo había alcanzado un acuerdo con el adjudicatario, el consorcio GNLS (integrado por GDF Suez y la japonesa Marubeni) por la recisión del contrato. Así la firma pagó a Gas Sayago una compensación de US$ 100 millones.

Luego de varios intentos por reestructurar el proyecto, en abril de 2018 el gobierno decidió no extender el memorándum de entendimiento que había firmado en 2017 con la multinacional Shell para la eventual construcción y explotación de una planta regasificadora de menor porte que la original en Punta de Sayago. Y eso le puso la tapa al proyecto.

También Shell argumentó que necesitaba más tiempo para tomar la decisión final de inversión, dado que todavía el marco regulatorio de la vecina orilla no le otorgaba certeza sobre la posibilidad de contar con empresas privadas argentinos como clientes. Ese punto era clave porque una futura planta regasificadora no podría sostenerse únicamente con la demanda del mercado uruguayo.

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