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28 de agosto 2023 - 9:34hs

¿Hay un pacto secreto entre Sergio Massa y Javier Milei?

Antes de responder a la pregunta, reproduzcamos los datos que nos aportan distintas fuentes.

Si las elecciones fueran hoy, Milei estaría al borde de ganar en primera vuelta, Massa se ubicaría segundo, con altas probabilidades de ingresar al balotage y Patricia quedaría en tercer lugar, muy cerca del ministro de Economía.

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Esto es lo que nos informó uno de los encuestadores que más cerca estuvo de los 30 puntos que obtuvo Milei en las PASO.

Es el resultado de la primera consulta que hizo para sus clientes después del domingo 12 de agosto.

Algo parecido recogió Cristian Buttié, de CB consultores, proyectando los indecisos y el voto en blanco:

Milei en 35.

Massa en 30.

Bulrich en 27.

Buttié trabaja para varios clientes del peronismo.

Quizá por eso salió muy rápido a publicar los primeros datos.

Cuando la espuma de la ola violeta estaba muy arriba.

En la provincia, Buttié lo tiene a Kicillof en 40 puntos, y a Néstor Grindetti y Carolina Píparo casi empatados en el segundo lugar.

Buttié asegura que Grindetti tiene todavía un alto porcentaje de desconocimiento. Que los votos de Diego Santilli no se le estarían sumando de manera automática. Y es porque “El colorado” había pescado por afuera de Juntos por el Cambio, aunque luego lo arrastrara la derrota de Larreta.

En la Ciudad, Jorge Macri estaría a dos puntos de ganar en primera vuelta: obtendría 48 puntos, por encima de los 26 a Leandro Santoro y de los 18 de Ramiro Marra.

El encuestador citado más arriba, quien pidió reserva de su identidad, lo tiene a Marra 6 puntos por encima de lo que obtuvo en las PASO.

Y a Milei, con una tendencia al crecimiento en todo el país.

Por ejemplo, en Chaco, donde el candidato de Milei en las PASO obtuvo apenas 2 puntos, ahora recogería 12, como producto del contagio de la ola violeta.

La primera lectura de estos y otros consultores es la misma:

  • Milei está angelado. Todo lo que le tirás, le rebota. Lo “engorda” más.
  • La inflación descontrolada, la suba del dólar y los diferentes episodios de violencia e intentos de saqueo también lo hacen crecer.
  • Al mismo tiempo, los gobernadores del peronismo van a apoyar a Massa más fuerte que en las PASO, porque temen que Milei les corte el chorro del dinero.
  • Patricia es, por ahora, la que más dificultades encontraría para aumentar su caudal: por derecha lo tiene a Milei y por el centro lo tiene a Massa y su aparato.

A menos que rompa el escenario con algo “inesperado”.

Algo que convoque a por lo menos dos millones de votantes de los once que no concurrieron el pasado 12 de agosto.

A millones de personas que no hacen tanto ruido en las redes pero que, por un lado, le temen a Milei y, por el otro, no creen en la palabra a Massa.

O que, como el presidente de Paraguay, Santiago Peña, no le compraría, al ministro, un auto usado.

¿Qué iniciativas podrían convocar a esas personas?

Por ejemplo:

El anuncio de que Patricia contará con un ministro de Economía con suficiente poder como para manejar toda la botonera, como Carlos Melconián.

Una suerte de Domingo Cavallo de Carlos Menem, cuando el expresidente lo apoyó, de manera incondicional.

O también:

La denuncia de “un pacto secreto”, “de conveniencia mutua” por debajo de la mesa, entre Massa y Milei.

De hecho, dicen: es inconcebible que Milei casi no critique al ministro de Economía, pero que ataque a Patricia y a su equipo cada vez con más virulencia.

Como si temiera competir con ella en segunda vuelta.

El domingo pasado, en la Cornisa, Milei nombró a Patricia diez veces y a Massa, apenas tres.

Y hace pocas horas, Milei volvió a coincidir con Massa.

Lo hizo al denunciar, sin dar el nombre, que un ex ministro de Juntos por el Cambio se comunicó con su equipo de asesores para “hacer reventar” el acuerdo del gobierno con el Fondo.

Luciano Laspina, quien no suele enredarse en pelear personales, lo salió a cruzar con un durísimo posteo.

Laspina podría ser el futuro presidente del Banco Central, o un ministro clave del equipo de Melconián.

Los que sostienen que Milei y Massa “se retroalimentan” o “juegan en tándem” vieron, también, algo “demasiado raro” en la conducta del libertario con respecto a la ley de alquileres.

Primero, Milei, con su presencia, ayudó a dar quórum.

Después, cuando comprobó que su propuesta de derogar la ley vigente perdería, se retiró de recinto.

A los cambios parciales que propusieron los diputados de Juntos, Milei los consideró “parches”. Sin embargo, en los hechos, su negativa a apoyarlos lo acercó a la posición original del kirchnerismo.

Es decir: el status quo.

Dejar todo como está.

Un verdadero desastre que perjudica tanto a los inquilinos como a los propietarios.

Ahora, los senadores de Cristina dicen que solo aceptarán discutir las reformas de la ley de alquileres que propuso Juntos si antes se avienen a debatir el intento de designar a cerca de cien jueces y fiscales k por la ventana. Se trata de una iniciativa que incluye la continuidad por cinco años de la jueza de la Casación que impide que se reabra la causa Hotesur Los Sauces, Ana María Figueroa.

¿Son Milei y los kirchneristas las dos caras de una misma moneda?

No lo sabemos todavía.

¿Milei se cree el dueño de la verdad y no tolera a quienes “no compran todo lo que vende”, igual que Néstor, igual que Cristina, o igual que los chicos Grandes de la Cámpora?

Es demasiado pronto para asegurarlo.

Lo que está claro es que con “El loco” se identifican millones de argentinos desesperados.

Gente que dice estar dispuesta a matar a quien le saquee su negocio.

Personas que alegan estar prestas a morir para evitar que se queden con el fruto de 30 años de su trabajo.

¿Fueron lo casi 300 saqueos en la provincia de Buenos Aires un “armado” del peronismo para alimentar a Milei y mantener las chances de Massa?

No parece tan claro.

De los once distritos en lo que hubo intentos de saqueos, solo uno, el de Tres de Febrero, tiene un intendente que no pertenece al peronismo.

Lo que sí parece claro, pero también delirante, es el intento del kirchnerismo de polarizar con Milei y competir en el balotage.

¿Cómo?

Planteando la loca idea de que la opción es Massa o la disolución del país.

Se trata de una maniobra impulsada por Cristina Kirchner y su hijo Máximo, quienes no aparecen desde las PASO, pero siguen operando en las sombras. La puso sobre la mesa el irresponsable de Andrés Larroque.

Larroque es el ministro de Desarrollo Social.

Debería haberse ocupado de que llegara en tiempo y forma el dinero y los alimentos que reclaman los más de 3 mil comedores populares que tiene la provincia.

Porque esa es una de las razones que podrían explicar los intentos de saqueos.

A la otra ya la dieron los fiscales de la provincia que detuvieron a más de 100 personas.

Se trata de bandas de delincuentes todo terreno, dictaminaron.

Bandas vinculadas con el narcotráfico, el robo de autos, armas y celulares.

Delincuentes que ahora organizaron olas de asaltos en poblado y en banda, aprovechando la situación de conmoción pública.

Es decir: el mismo diagnóstico que hizo el panelista de la inseguridad, Sergio Berni.

Berni el ministro de seguridad ausente de la provincia donde grita pero no gobierna Axel Kicillof.

El distrito donde mueren dos personas por día de manera violenta.

Pero ¿cómo conservaría o aumentaría Massa, el 27.7 por ciento de los votos que obtuvo en las últimas PASO, con semejante crisis?

La devaluación del 22 por ciento que decidió horas después de la derrota preanuncia una inflación para agosto entre el 11 y el 13 por ciento, casi el doble de la de julio.

Analicemos, por ejemplo, los artículos de limpieza:

Antes de las PASO (poner cuadro) el jabón de tocador costaba 324 pesos y ahora vale 380 pesos; el jabón líquido para ropa pasó de 597 a 704 pesos; la lavandina, de 456 a 600; el papel higiénico, de 951 a 1.386 y la crema dental de 490 a 746 pesos.

O detengámonos en los dos productos alimentarios básicos:

  • La carne aumentó casi el 17 por ciento.
  • Y los panificados más del 11 por ciento.

Pero la verdad es que ni Massa ni Bullrich vieron venir al huracán Milei.

Porque el economista “vendió” tan bien sus propuestas, que hizo creer a millones de argentinos que:

  • Con la dolarización volveremos a la época de la convertibilidad, cuando un peso valía un dólar.
  • Con su programa va a acabar, en un santiamén, con toda la casta política.
  • Bajo su gobierno se va a terminar con la corrupción, representada por la obra pública.
  • Cuando no obtenga las leyes por consenso, gobernará por decreto, o a través de uno o varios llamados a consulta popular.

El domingo pasado, en La Cornisa, reconoció, sin embargo, que ni la dolarización, ni la expulsión de empleados públicos inútiles, ni la salida del cepo, ni la eliminación del Banco Central, ni la eliminación de los impuestos, sucederán de manera instantánea.

¿No tiene miedo Milei, de que los millones de argentinos que lo votaron por su audacia y sus promesas, redirijan su enojo hacia él, a partir, por ejemplo, de marzo del año que viene, cuando comprueben que casi nada se puede hacer tan rápido y sin el consenso mínimo necesario?

En este trabajo de Opina Argentina hay una respuesta posible:

Si se repitieran los resultados de las PASO, la Libertad Avanza obtendría apenas 41 diputados. Por su parte, Juntos lograría 106, Unión por la Patria 94, los bloques provinciales y monobloques 16 y el Frente de Izquierda un diputado.

En el Senado, Unión por la Patria sería la primera minoría, con 31 senadores, Juntos por el Cambio conseguiría 28 y la Libertad Avanza apenas 8.

Los bloques provinciales y los monobloques contarían con 5 senadores.

Para que se entienda bien:

Milei, para imponer su modelo de país, necesitará, si o si, de los diputados y senadores de Juntos. Y a veces, también, de los de Unión por la Patria.

Andrés Malamud lo explicó mejor todavía.

Los consultores con los que conversamos dicen que nada ni nadie parece detener al subidón de Milei. Pero Jaime Durán Barba sostiene que, cuando Milei hace anuncios que no sucederán, como la supuesta incorporación del expresidente Macri a su eventual gobierno, el libertario no hace más que mezclarse con sus colegas de la casta.

Los que mienten o manipulan, con tal de ganar un voto.

En simultáneo, los más activos influencers del equipo de Patricia, como Silvia_RepublicanaOK, están empezando a trabajar en una búsqueda cuyo título podría ser:

Después no digas que no te avisé.

Consiste en mostrar a un Milei zigzagueante, como el que en 2014 elogió la devaluación del entonces ministro Kicillof.

O como el que aparece en el acto convocado por Hugo y Pablo Moyano a principios de 2018, contra el gobierno de Macri, entrevistado por Santiago Cúneo, para Crónica TV. Ese día, Milei acusó al hombre que hoy le ofreció un cargo de querer instalar un régimen fascista “como en la década del 30”.

¿Y qué va a hacer Macri, en el medio de la campaña de Patricia Bullrich?

Lo que le pida la candidata.

Como instalarse en Córdoba o en los distritos donde el expresidente tiene más intención de voto.

Cómo atacar a Milei, un poco más adelante, en alguno de dos los flancos donde mostraría mayor debilidad.

Su supuesto desequilibrio emocional.

O sus presuntos acuerdos con Massa.

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Sergio Massa Javier Milei

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