La Justicia imputó al autor de un homicidio cometido el pasado 31 de agosto en Parque Guaraní, donde un hombre fue asesinado y su cuerpo luego quemado. La víctima apareció tirada en la calle y calcinada.
Dos hombres involucrados en el caso ya habían sido imputados por encubrimiento (y en uno de los casos también por incendio). Otro restante, señalado como el sospechoso de cometer el crimen, había caído en un operativo antidrogas y restaba que se pudiera vincular su participación en el asesinato de Parque Guaraní.
El 11 de setiembre este hombre había sido imputado por delitos relacionados a las drogas pero este lunes, en una audiencia a cuyo registro accedió El Observador, la Justicia lo imputó también por el delito de homicidio agravado por uso de arma de fuego, así como el delito de incendio y el porte de armas de fuego, este último por reincidente. Como el hombre ya estaba cumpliendo una pena de prisión por la imputación del 11 de setiembre, la Fiscalía no solicitó nuevas medidas cautelares.
La investigación estuvo a cargo de la Fiscalía de Homicidios de 1° turno que lidera Carlos Negro y en la audiencia la adscripta Natalia Pereira señaló que el hombre imputado fue hasta la casa de la víctima el 31 de agosto.
"Una vez que llega, el imputado –tras llamarlo (a la víctima) espía y traidor, le efectuó dos disparos con arma de fuego. Luego de eso llamó a dos personas, que ya se encuentran formalizadas por encubrimiento. Uno alias "El Rengo" y otro alias "El Tuerto". Les solicitó ayuda para trasladar el cuerpo de la víctima y llevarlo donde finalmente fue prendido fuego", relató la fiscal.
Pereira señaló en la audiencia que parte de la evidencia consistía en el testimonio de una mujer, la pareja del hoy imputado, que presenció lo que pasaba y declaró de forma anticipada. Escuchó como alguien llegaba a la casa, como su pareja lo llamaba "espía", así como dos disparos. También que convocaba a "El Rengo" y "El Tuerto". "Y también escuchó que le decía algo relativo a ir a buscar nafta", afirmó la fiscal.
La Fiscalía pudo determinar a través de cámaras de seguridad ubicadas en Veracierto y Puntas de Soto que dos personas salieron de una casa empujando un carro, con una "caja grande". En esa caja iba el cuerpo que luego fue prendido fuego y encontrado.
La mujer que declaró –pareja del imputado– vivía situaciones de extrema violencia y muchas veces era retenida contra su voluntad por el hombre, que tenía una boca de venta de drogas en su casa.
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