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Asesinato con un destornillador: el relato de la Fiscalía sobre el trágico crimen
La Justicia imputó por homicidio muy especialmente agravado al delincuente de 26 años que asesinó con un destornillador a un hombre que se resistió a ser robado el pasado martes en el barrio La Unión, en la intersección de Joanicó y Felipe Sanguinetti.
El delincuente deberá pasar 180 días en prisión de manera preventiva hasta que se celebre el juicio oral y público en su contra. La familia de la víctima, sin embargo, teme por la vida del único testigo del caso, que vive en la zona y todavía no fue citado a declarar.
"Estamos preocupados porque el testigo que hay conocía a mi hermano y declaró que era una persona de bien, pero tenemos miedo de que le pase algo. Sabemos que hoy en día uno no está libre de nada: la prueba está en que hoy mi hermano está muerto", dijo la hermana de la víctima una vez que terminó la audiencia.
La mujer dijo que tiene miedo de que la persona que deberá declarar "no llegue con vida" al juicio. "Eso es lo que nos preocupa", señaló, aunque aclaró que la imputación del autor del crimen le generó a la familia "un poco de tranquilidad".
"De cierta manera mitiga un poco. Nos dio un poco de tranquilidad que la Justicia haya actuado sumamente rápido", afirmó.
A pesar de la preocupación de la familia por la vida del testigo, el fiscal del caso, Carlos Negro, afirmó que el ministerio público aportó también como prueba el registro de las cámaras de videovigilancia de la zona.
"El hecho en sí fue aprovechar el descuido del transeúnte que estaba mirando su celular. Trató de arrebatárselo, pero no lo logró y desencadenó la respuesta de la víctima, que quiso, de alguna forma, aprehender a quien lo había atacado. Ahí es que finalmente es ultimado con un destornillador", relató el fiscal Negro en rueda de prensa.
El imputado, agregó Negro, es una persona con "una importante cantidad de antecedentes", que vive en la zona y que "merodeaba" y "aprovechaba" los descuidos de la gente para robar.
La víctima del asesinato fue identificada como Damián Estévez, un trabajador de 34 años que había salido de su casa el martes para ir al supermercado. El hombre estuvo internado hasta el lunes pasado en CTI con muerte cerebral, hasta que finalmente falleció.
Su hermana contó días atrás a El Observador que Estévez trabajaba como encargado de un área en un supermercado y que, al llegar a su casa, su hija le pidió jamón. Como no tenía, salió del hogar rumbo al supermercado. En Joanicó y Felipe Sanguinetti, un delincuente le dio muerte con un destornillador cuando se resistió a que le robara el celular.
Damián "intentó defenderse", narró su hermana, pero el responsable del ataque lo atacó con un destornillador que clavó en su mandíbula. "Le tocó justo el tronco cerebral", zona en la que están "todas las estructuras cerebrales", indicó la mujer.
De este caso había hablado el ministro del Interior, Luis Alberto Heber. El jerarca había dicho que se trataba de un "horror" que "preocupa" a las autoridades por las características en las que ocurrió. Sin embargo, en ese entonces dijo que la Policía investigaría "si no había otras razones".
"Aparentemente es una rapiña y nos tiene muy preocupados por la violencia del tema", afirmó en rueda de prensa este martes 11.
