Los productores nucleados en la Cámara Industial de Alimentos (Ciali) solicitaron al gobierno que postergue la fecha de inicio del etiquetado frontal de alimentos, prevista para el 1° de marzo de 2020. El Poder Ejecutivo decretó en agosto del año pasado que a partir de ese día todos los productos envasados en ausencia del consumidor que tengan exceso de azúcar, sodio, grasa y/o grasas saturadas deberán ser identificados con un octógono negro. No obstante, representantes de la Ciali y de otras cámaras empresariales de los países del Mercosur se han reunido con los ministros y asesores de Salud Pública, Economía y Relaciones Exteriores para solicitar una prórroga.
El presidente de la Ciali, Fernando Pache, indicó a El Observador que hay dos razones por las que la cámara —integrada por 82 empresas— solicita la postergación de la medida. En primer lugar, porque entiende que no tendrá tiempo para reformular la composición de los alimentos y así evitar que estén excedidos de azúcar, sodio o grasas, que es uno de los propósitos del decreto. Pache aseguró que para poder cambiar la fórmula de los productos sin que los consumidores adviertan cambios en su apariencia o gusto, los ingenieros en alimentos necesitan más tiempo que los ocho meses que restan para que lo que dispone el decreto entre en vigencia.
En segundo lugar, los productores sostienen que tampoco las imprentas podrán rediseñar en tiempo y forma los envases de todos los productos. "Hemos averiguado que para poder desarrollar el packaging, las imprentas no son suficientes ni tienen la capacidad productiva que se requiere", expresó Pache. Asimismo, señaló que si se concentra la demanda de todos los alimentos del país en un período tan reducido, las empresas deberán tercerizar la impresión de los envoltorios.
Recientemente estuvo en Uruguay José Graziano Da Silva, el director general de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). En rueda de prensa, el jerarca dijo que le consultó al presidente Tabaré Vázquez acerca del etiquetado de alimentos, a lo que —según Da Silva— el mandatario respondió que “va a empujar con toda la fuerza” para cumplir con sus disposiciones y que el consumidor pueda “evaluar el impacto que (el producto) tendrá en su salud”, informó el portal 180.
La FAO advirtió que la industria alimentaria podría presionar en contra de la medida. El asesor en nutrición para las Américas de la Organización Panamericana de la Salud, Fabio Gomes, afirmó en el programa No toquen nada (radio Del Sol) que las empresas de alimentos ultraprocesados quieren "construir la idea de que sus productos son inofensivos o distorsionar y capturar científicos para que sean voceros de lo que pueda favorecer sus productos".
Por otra parte, el gobierno presentó un proyecto de ley sobre etiquetado de alimentos que pretende ser un complemento de lo que ya fue decretado. El director de Industria, José Luis Heijo, explicó a El Observador que la norma "le daría potestades a la administración para regular la publicidad", algo que no está contemplado en el decreto. Sin embargo, el senador Juan Catillo indicó que el proyecto de ley no figura entre las órdenes del día de la Comisión de Salud del Senado, a pesar de haber ingresado en setiembre de 2018.
Pache expresó que las empresas que integran la Ciali no han abordado en conjunto las estrategias para hacer frente a la publicidad negativa que el etiquetado frontal podría hacerle a los productos. "Cada empresa estará pensando qué hacer. Esas son decisiones estratégicas y privadas que cada una deberá analizar", zanjó.
Este viernes, en la Intendencia de Montevideo tuvo lugar un encuentro entre los técnicos de las empresas y autoridades de la comuna y del Ministerio de Salud Pública. Fue una reunión de carácter informativo, en la que los jerarcas explicaron cómo deberán adaptarse las industrias a lo dispuesto por el decreto, afirmó a El Observador Beatriz García, nutricionista de la Asociación de Diabéticos del Uruguay (ADU). A su vez, Pache dijo que en el intercambio abordaron la confección del manual técnico en el que se basará Bromatología para controlar los productos nacionales, que tiene que ser presentado antes del 21 de julio.
El director de Industria explicó que antes de que se firmara el decreto, el gobierno analizó qué impacto tendría la medida sobre el consumidor, sobre los costos y valoró cómo repercutiría “en el cómputo de la economía”. Heijo dijo que la afectación para las empresas dependerá del tipo de alimento que comercialicen, ya que si bien por su composición algunos productos necesariamente van a llevar etiqueta, otros “podrían tener una diferenciación positiva” por no tenerla o por haber sido reformulados.
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