Juan Gómez asumió como fiscal adjunto de Corte el 20 de abril

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Juan Gómez: "Tuve resultados muy positivos con algunos de los mecanismos previsto en la LUC"

El flamante fiscal adjunto de Corte también dijo que la norma que busca sancionar a los que violen las disposiciones sanitarias, en discusión parlamentaria, debe "determinar específicamente cuáles son las conductas que son pasibles de una sanción penal"
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25 de abril de 2021 a las 05:00

No usa redes sociales, pero a veces entra para ver qué opinan algunas personas y si dijeron "alguna barbaridad" sobre temas que le interesan, porque la política le gusta, aunque no para ejercerla. Juan Gómez dice que sus "65 años pesan", y por estos días hace un esfuerzo para cambiar el chip de fiscal de Homicidios –cargo que ejerció durante más de tres años– por el de fiscal adjunto de Corte, responsabilidad que asumió este martes y que tiene gran parte de tareas administrativas.

Sigue de cerca las discusiones públicas que pueden afectar el funcionamiento de la Fiscalía General de la Nación, señala las debilidades que encuentra, pero también reconoce los aciertos de los legisladores, como con la aprobación del denominado proceso simplificado, una figura introducida al nuevo Código del Proceso Penal con la ley de urgente consideración (LUC) aprobada en julio de 2020. "En mi actividad como fiscal de Homicidios tuve algunos resultados muy positivos con algunos de los mecanismos previsto en esa ley", sostiene Gómez, y pone de ejemplo la resolución del caso del asesinato de Lucas Langhain, el hincha de Nacional que murió de un disparo a fines de 2019.

Sobre el inicio del final de una carrera de 45 años dentro de la Fiscalía, Gómez elige no recordar lo que le quedó por hacer, y decide en cambio, aunque suene "medio sensiblero", llevarse "el cariño de montones de gente" que no conoce y que le ha demostrado "un respeto profundo".

¿Qué impacto tiene para la Fiscalía los recortes importantes aplicados a partir de la ley de Presupuesto?
Bueno, este es un momento muy especial. Lamentablemente el país enfrenta una situación excluyente en cuanto a recursos y obligaciones. Obviamente no es el momento de levantar reclamos. Es obvio que el presupuesto en la Fiscalía General de la Nación (FGN) es inferior al que tenía anteriormente. A partir del 2015, creo, no ha tenido ningún incremento, y ahora tuvo una disminución. A mi parecer, la función requiere recursos y espero que en el día de mañana, cuando la sociedad esté con otra normalidad y no en ésta, todos los poderes públicos, Ejecutivo y Legislativo, otorguen a la Fiscalía un presupuesto que le permita cumplir las funciones con la mayor dignidad.

En la rueda de prensa luego de la ceremonia de asunción este martes, dijo que iba a trabajar por mejorar las condiciones de las fiscalías del interior, ¿cómo lo va a materializar?
Lo digo por experiencia propia. Tenemos una forma de centralizar las cosas y parece que todo ocurre por Montevideo. Una de las ideas que tengo, que seguramente la voy a poder desarrollar, es estar cerca de los fiscales del interior. Viví el desarraigo, sé lo que es estar lejos a veces de la familia. La figura del fiscal del interior es tremendamente sacrificada, con turno único, y con muy pocos lugares con alguna fiscalía especializada. Vamos a tratar de ayudar en ese sentido para que los fiscales del interior no se sientan alejados.

A sus 65, Juan Gómez lleva 45 años dentro de la Fiscalía General de la Nación

En otra entrevista con El Observador, en mayo de 2020, usted se había manifestado en contra de la eliminación de la suspensión condicional de la pena, o la mayor exigencia para cerrar procesos abreviados al subir la pena mínima de los delitos, lo que terminó aprobarse en la ley de urgente consideración. ¿Tiene una evaluación ahora de cómo impactaron estos cambios procesales en el trabajo de los fiscales?
Ahora opino como fiscal adjunto de Corte, por lo que únicamente le puedo referir que encontré soluciones que fueron razonables y que permitió, en mi caso, realizar tres juicios, uno de ellos muy importante, por la vía del proceso simplificado, con una pena de 29 años de penitenciaría. Me refiero al caso de la muerte del hincha de Nacional (N.de.r: Lucas Langhain), y que realmente, sin esa estructura, sin duda hubiera sido un juicio que, solo en su desarrollo, hubiera llevado por lo menos dos o tres semanas de declaraciones y pérdida de recursos menguados incluso de la Policía Científica.

¿Pero se puede decir, entonces, que el impacto negativo que se preveía que iban a tener estos cambios en la labor de los fiscales no fue como se pensaba? ¿O sí hubo algún efecto indeseado, como mayor carga de trabajo?
Algunos institutos que se suprimieron son herramientas de trabajo, y que obligan muchas veces al operador a encontrar dificultades sobre cómo resolver el conflicto. Pero en términos generales, y estoy hablando desde un aspecto meramente personal, en mi actividad como fiscal de Homicidios tuve algunos resultados muy positivos con algunos de los mecanismos previsto en esa ley, como el ejemplo que di del simplificado.

¿Qué opinión le merece la baja de casi todos los delitos desde que está al frente la nueva gestión del Ministerio del Interior? Los homicidios bajaron en el entorno del 20% al cabo del primer año de gestión del ministro Jorge Larrañaga. ¿Hizo algún balance de estos números? ¿Lo pudo constatar en la Fiscalía?
Puedo obviamente alegrarme como cualquier ser humano, si baja un nivel de cualquier tipo de delitos. Somos una sociedad de personas básicamente laburantes, y buena cosa es de que la gente pueda vivir en paz y tranquilidad.

¿A qué piensa que se debió la baja? ¿Descendieron por efecto de la pandemia o por las nuevas directivas a la policía?
Así como las altas son factores que obedecen a varias causas, las bajas –y hablo a título personal– también creo que obedecen a varios factores. Puede anotarse la presencia policial más intensa en determinados lugares; puede anotarse la menor circulación de las personas. Lo cierto es que uno debe tomar con optimismo el hecho de que disminuyan los delitos y desear que ojalá sigan bajando, porque no hay nada más preciado que la vida de las personas y su libertad.

Se creó recientemente la Asociación de Abogados Penalistas, para unificar los reclamos sobre debilidades del sistema penal, especialmente las dificultades para acceder a carpetas de los fiscales, algo que se ha agudizado con la feria judicial sanitaria. ¿Le parecen atendibles las críticas de los abogados?
Me parece estupendo que haya una asociación de abogados penalistas, y seguramente tanto con la Asociación de Fiscales como con la FGN nada impedirá que en su momento intercambiemos. En mi caso, siempre estuve a disposición y ellos lo saben: conozco a la mayoría de ellos, y personalmente tengo una muy buena relación de respeto con todos, aunque tenemos roles distintos. Admito las críticas, pero supongo que también tendrán el reconocimiento del esfuerzo que se hace por parte de la Fiscalía. Ojalá pudiéramos contar con terribles edificios y salas de audiencias como en las películas, pero eso es un sueño.

Gómez se mostró a favor de la aprobación del proceso simplificado, una de las reformas al CPP incluidas en la ley de urgente consideración

Ha sido el fiscal de Homicidios con más imputaciones. En 2018 logró 145 formalizaciones, en 2019 obtuvo 80, el doble que su colega Mirta Morales, y el año pasado logró 40, aunque en junio se retiró de la flagrancia. Muchos lo asocian a una figura de fiscal ejecutivo. ¿Cuál ha sido la receta o la clave?
La clave es la misma que estoy seguro que aplican mis colegas. Es el trabajo, es el vínculo con la autoridad policial, es el vínculo con la Policía Científica, y el respaldarlos. Nadie apunta a una confesión como forma de obtener las evidencias. Y también, no hubiera hecho tantas formalizaciones si los jueces no las hubieran considerado pertinentes.

Pero las consideraron, justamente, por las pruebas recabadas por su trabajo.
Bueno, sí, pero también hay una tarea de su parte. Yo me río cuando dicen que los jueces están "pintados", con perdón de la expresión. Los jueces controlan, actúan. 

"Si se quiere modificar un delito, como en este caso, y queda en demasiadas interpretaciones, es buena cosa que sea específico y se establezca que tal conducta viola tal bien jurídico"

También hay quienes critican que en las audiencias de formalización los magistrados no acceden a las pruebas de la fiscalía.
Yo no concibo que un fiscal se asocie, se una o se ponga de acuerdo con un abogado para llevarle una mentira a un juez. Cuando yo le pedía algo a un juez, parto de la base del profundo respeto que tengo por el sistema judicial uruguayo. Sería incapaz de decir que tengo algo que no lo tengo.

A nivel parlamentario, se está discutiendo la reforma del artículo 224 del Código Penal para crear el delito de peligro en los casos en que se violen las disposiciones sanitarias. Expertos penalistas lo han cuestionado por ser una norma "en blanco”, además de un delito que se modifica para una circunstancia especial. ¿Qué responde a esas críticas?
Lo único que diría es que cuando la definición de un delito es lo más clara posible, o determina específicamente cuáles son las conductas que son pasibles de una sanción penal, hace bien a la gente, a la ciudadanía, y al ser humano que puede ser mañana penalizado por una figura común. Y también siempre digo que si se quiere modificar un delito, como en este caso, y queda en demasiadas interpretaciones –"esto es posible; esto no"– es buena cosa que sea específico y se establezca que tal conducta viola tal bien jurídico. Es de buena técnica legislativa que haya una buena definición de cuáles son las conductas que el legislador pretende castigar.

¿De no haber acuerdo político en 2022 para designar a un nuevo fiscal de Corte, estaría dispuesto a ocupar la vacante hasta 2025?
(Se ríe). Esperemos que haya acuerdo.

¿Y si el sistema político lo eligiera a usted para ocupar el cargo?
Mire, como me ha dicho un gran referente de mi vida, una persona extraordinaria a quien valoro muchísimo pero que no voy a nombrar por respeto, "de lo sublime a lo ridículo hay un solo paso". Y se imaginará que a esta altura de mi vida, si puedo evitar dar ese paso voy a hacer todo lo posible para evitarlo. Si puedo hacer cosas provechosas, cuenten conmigo, pero siempre pensando en la gente.

¿Qué se lleva de todos estos años como fiscal?
Quizás debería acordarme de las cosas que no hice, de las cosas que no pude hacer bien, pero en general me llevo, y suena medio sensiblero, el cariño de montones de gente que no conozco y que me ha demostrado un respeto profundo.

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