Katoen Natie elige constructor para extensión de terminal; prevé inversión mayor a US$ 455 millones

El 20 de agosto vence el plazo para que TCP (propiedad mayoritaria de Katoen Natie, con participación del Estado) presente el proyecto de extensión de la terminal de contenedores.

Por esa razón se abocó durante varios meses a un proceso de recepción y análisis de ofertas llegadas desde distintos grupos constructores internacionales.

Esta semana el Directorio de TCP se reunirá para culminar con el proceso formal. Según supo El Observador, hay un grupo que lleva la delantera a sus competidores, tiene los mejores planes para hacerse cargo del proyecto, y está compuesto por las constructoras Jan de Nul (Bélgica), Mota-Engil (Portugal) y Stiler (Uruguay).

El plan de obras incluye la construcción de un nuevo muelle al oeste del área de concesión para la atención de buques a 14 metros de profundidad y condiciones de profundidad para la atención de esos barcos, según consta en el contrato de extensión de la concesión de la terminal firmado entre el gobierno y Katoen Natie. También prevé la construcción, pavimentación, iluminación, canalización y obras pluviales de una playa de contenedores y la remodelación de la Escollera Sarandí.

Las obras comenzarán luego de recibir los permisos necesarios. Se proyecta que la primera parte del muelle de atraque quedará pronta en 2024 y un año después culminará todo el proyecto de extensión de la terminal. Para la construcción se prevén 1.000 puestos de trabajo directos.

Paralelamente a l avance del proyecto, TCP incorporará más grúas pórtico. La estimación es que cuente con más de una docena de esas grúas especiales cuando la reforma esté finalizada en 2025.

Superará los US$ 455 millones 

La inversión que TCP había estimado para las obras fue de US$ 455 millones. Sin embargo, según la información recabada, esa cifra será sensiblemente superior.

Uno de los aspectos que se prevé desarrollar y que es uno de los motivos de una mayor inversión, es la incorporación de un sistema de “cold ironing”, que brinda energía eléctrica a los buques y elimina la contaminación por la combustión permanente de los motores. El sistema otorga energía al barco y a todo el sistema de refrigeración de los contenedores con los motores apagados.

Cuando las obras estén culminadas  permitirá a la terminal movilizar una mayor cantidad de contenedores de exportación, importación y tránsitos de mercadería. Para eso, además del contrato de extensión de la concesión de la terminal, también se aprobó un decreto con un nuevo reglamento para el atraque de buques en el puerto de Montevideo. Uno de los artículos de ese decreto establece que la Administración Nacional de Puertos (ANP) deberá “priorizar el atraque de buques y barcazas portacontenedores en la terminal especializadas (TCP) y solo podrá decretar los mismos en los muelles multipropósito (áreas públicas del puerto) en caso de que la terminal se encuentre ocupada durante el período de 24 horas”.