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La CGT peruana convoca a una huelga general indefinida a partir del jueves 9 de febrero
La Confederación General de los Trabajadores del Perú (CGTP), la mayor central sindical del país, convocó a un paro general por tiempo indefinido en contra de lo que calificó como “dictadura cívico militar” de Dina Boluarte Zegarra.
La medida de fuerza es la primera en su tipo lanzada en dos décadas y, fue convocada a partir del próximo jueves 9 de febrero. En el altiplano del sur del país, las comunidades aymaras acordaron mantener el paro hasta que la presidenta renuncie.
La CGTP reúne a gremios del sector público y privado y nuclea aproximadamente a unos 800 mil trabajadores. La organización sindical llamó a las bases afiliadas a sumarse a la medida por tiempo indefinido.
Esta es la primera medida de protesta masiva convocada luego de que el pasado viernes 3 el Congreso, con mayoría derechista, rechazara adelantar las elecciones generales para este año 2023.
De espaldas al clamor público, los parlamentarios ratificaron en los hechos el cronograma electoral votado por el Congreso en diciembre, que dispuso que los comicios de renovación de presidente y diputados se realicen recién a inicios de 2024 con asunción de las nuevas autoridades a mediados del año próximo.
Dicha agenda fue votada antes que se desencadenara la ola de protestas en contra del gobierno de Boluarte, que reemplazó al presidente Pedro Castillo el 7 de diciembre tras su remoción por el Congreso.
El giro represivo del gobierno, que sacó el ejército a las calles tras declarar a las manifestaciones como subversivas y financiadas por el narco, ya produjo medio centenar de muertos y no logró reducir las protestas.
Este domingo, el gobierno decretó el estado de emergencia por 60 días en siete departamentos para intentar contener las protestas. El estado de excepción rige en los departamentos de Madre de Dios, Cuzco, Puno, Apurímac, Arequipa, Moquegua y Tacna, que conforman casi la práctica totalidad del centro-sur del país.
La decisión se adoptó horas después de que una multitudinaria marcha para exigir la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso terminara en la noche del sábado con enfrentamientos en el centro de Lima, la capital de Perú, con 26 detenidos y 24 heridos.
Los congresistas vetaron cuatro proyectos de adelantamiento electoral, una medida que se supone descomprimiría la tensión al acortar el horizonte de normalización institucional. El viernes descartó la propuesta de Boluarte, de votar en octubre próximo la primera vuelta; en noviembre, la segunda, y entregar el poder el 1° de enero del 2024.
La presidenta “persiste en criminalizar la protesta y endurecer la persecución política contra los líderes sindicales mediante el poder mediático”, dijo la convocatoria de la central sindical, que califica al gobierno como “dictadura-cívico-militar”, según difundió el diario Gestión.
“Frente a los intereses que buscan mantener en el poder a Dina Boluarte y el actual Congreso de la República, la clase trabajadora agudiza sus formas de lucha por la recuperación de la democracia y la paz en nuestro país”, señala la CGTP en sus redes sociales.
La CGTP representa al 60% de la masa sindicalizada en el Perú, con afiliados en la industria, minería, construcción civil, municipios y el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Perú (Sutep).
A su tiempo, los dirigentes comuneros aimaras de la zona sur y norte de Puno ratificaron en una reunión reservada dar continuidad de la huelga indefinida en la región del Altiplano hasta que renuncie Boluarte.
La presidenta reiteró su negativa a renunciar, pero, si ello ocurriera, asumiría el poder ejecutivo el presidente del Congreso, Jorge Williams, quien legalmente estaría obligado a convocar a elecciones anticipadas, sin ninguna mediación de los parlamentarios.
