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La coalición gobernante negocia contra reloj la continuidad de Mario Draghi
El primer ministro italiano, Mario Draghi, deberá decidir el miércoles si ratifica la renuncia que presentó la semana pasada y que rechazó el presidente Sergio Mattarella, en medio del pedido de más de 1.000 alcaldes y 90 empresarios de todo el país, además rectores de universidad y profesionales de distintos ámbitos, para que se mantenga en el cargo.
Todo ello con el telón de fondo de una posible ruptura interna de Movimiento Cinco Estrellas (M5E), que integraba la coalición gobernante hasta el jueves pasado, cuando rechazó participar de un "voto de confianza" al Gobierno mientras el Senado debatía un paquete de medidas económicas y sociales que el M5E considera insuficiente.
En la práctica, la decisión quebró la cohesión del Ejecutivo formado en febrero de 2021 en base a un frente de "unidad nacional" integrado con fuerzas de centro, izquierda y derecha que Mattarella le había encargado a Draghi. En este contexto, los dos miembros de derecha de la coalición -la Liga de Matteo Salvini y Fuerza Italia de Silvio Berlusconi- plantearon que solo están dispuestos a mantener el apoyo a Draghi si Conte ya no forma parte del Ejecutivo.
Según los analistas locales, la posición adoptada por ambas fuerzas aumentaría las chances de una posible ruptura del M5E. Al menos una veintena de legisladores podrían abandonar a Conte para sumarse a "Juntos por el Futuro", una escisión del M5E que ya ratificó su apoyo a Draghi.
Por lo pronto, en el Partido Democrático (PD), una de las fuerzas que impulsan la continuidad de Draghi, ya no consideran necesario el apoyo del M5E y negocian con el resto de los partidos que permanecen en la coalición la conformación de nueva mayoría de cara al miércoles, cuando Draghi se presentará en el Parlamento para definir su futuro.
En lo inmediato, el M5E -el segundo bloque legislativo más numeroso- debería decidir en una asamblea que comenzó el sábado y terminará hoy si está dispuesto a seguir en el Gobierno, luego que Conte afirmara que el espacio solo permanecerá si hay una respuesta positiva de Draghi a una serie de proyectos económicos y sociales que le entregó al primer ministro la semana pasada.
En los hechos, los cruces entre Draghi y el líder del M5E escalaron en los últimos tiempos y se intensificaron cuando Conte comenzó a reclamar un cambio de dirección en la política económica, en especial con reclamos de mayores fondos para la reactivación económica y social, posición no compartida por Draghi que, finalmente, derivó en el rechazo de la confianza.
Según los medios italianos, al menos hasta la semana pasada, incluyendo a todos los legisladores del M5E, el Gobierno sumaba 449 diputados sobre un total 630, y 203 de los 321 senadores. Para fortalecer la coalición y deducir el espacio de maniobra de Conte, Italia Viva -fundada en 2019 como una escisión del PD y liderada por el expremier Matteo Renzi- lanzó también una campaña para pedirle a Draghi que continúe.
La situación es compleja. Como el resto de los países europeos, Italia sufre las consecuencias de una inflación récord y un balance fiscal cada vez más delicado por el alto endeudamiento público y la suba de las tasas de interés, problemas que se suman al altísimo costo de las importaciones de energía.
En caso de que Draghi sostenga el miércoles que "la mayoría de la unidad nacional que ha apoyado a este gobierno (…) ya no existe" -como planteó en su dimisión-, Mattarella deberá elegir a otra persona como primer ministro hasta las elecciones de marzo de 2023, o bien disolver el legislativo y anticipar las elecciones.
La última opción es la apuesta de Hermanos de Italia, el espacio de derecha que lidera Giorgia Meloni, la única fuerza con una amplia representación parlamentaria que se ha mantenido fuera del Gobierno y que, además, encabeza las encuestas. Meloni, que criticó la posibilidad de que una ruptura del M5E garantice la continuidad de Draghi, asegura que el resto de los partidos "huye del voto, pero el día del juicio llegará".
Su postura apunta a que Italia, que acumula casi setenta gobiernos desde que se proclamó la República en 1946, no elige un premier por el voto popular desde 2008, cuando Silvio Berlusconi ganó las elecciones con Fuerza Italia. Desde entonces, los primeros ministros que llegaron al cargo lo hicieron a través de acuerdos parlamentarios, no por voto directo.
Según el jefe comunal de Florencia, Dario Nardella, uno de los intendentes que rogaron “encarecidamente” a Draghi que no renuncie “lo que se está produciendo en estas horas es una crisis que está completamente a oscuras, que los ciudadanos luchan por entender y que pone en riesgo a Italia de cara a los retos de los próximos meses".
Nardella, como sus colegas de otras grandes ciudades, señala que "los municipios corren el riesgo de retrasar peligrosamente la planificación de las obras públicas financiadas con el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia”, en referencia al esquema oficial que destinará más de € 100.000 millones como parte de la salida de la pandemia.
"Le pedimos que siga adelante y explique al Parlamento las buenas razones que requieren una acción gubernamental continua. Del mismo modo, pedimos a todas las fuerzas políticas que han dado vida a la mayoría de este último año y medio que piensen en el bien común y antepongan los intereses del país", agregó Nardella.
En la misiva, los alcaldes, y también los empresarios, afirman que Draghi "ha representado" a Italia "con autoridad en los foros internacionales y ha demostrado siempre dignidad y altura tanto política como institucional". "Ahora más que nunca necesitamos estabilidad", sostiene la carta abierta, firmada por los jefes comunales de Roma, Génova y Milán, entre otros.
