Marian Caviglia

Marian Caviglia

Tips al plato

La comida más rica puede estar en casa

Vale la pena tomarse el tiempo para cocinar, invitar amigos y crear el mejor restaurant en casa
Tiempo de lectura: -'
29 de noviembre de 2012 a las 00:00

Hace un tiempo fui invitada a una cena en el club privado Le Baron. Tan divertidos resultaron los comensales en mi extremo de la gran mesa compartida, donde me tocó sentarme, que decidimos volver a reunirnos en un nuevo encuentro sibarita. Cada invitado aportó diferentes ingredientes para disfrutar en casa de la comida más rica

Ingrediente fundamental para éste tipo de reuniones es tener al menos un sibarita súper entusiasta y alma Mater, que en éste caso fue Walter, primero en planificar el menú. Propuso una receta húngara, heredada de su abuela. Soy totalmente fan de las recetas clásicas que pasan de familia en familia. En ésta caso fue Tarhonya. Debo reconocer que lo tuve que googlear porque no tenía del todo claro qué era. Así fué que descubrí y luego probé éstos fideitos, hechos a partir de una masa que se ralla y luego se seca hasta quedan crocantes. Para su posterior cocción se hace un caldo de pollo, en el que 40 minutos antes de comerlo se empiezan a cocinar en una cocción lenta, hasta quedar hidratados y al dente.

De más está decir la dedicación que su creador le puso a todo éste proceso, que empezó 48 horas antes de la cena. La sugerencia fue que se acompañara con pollo o cordero… Ahí es donde entré yo con un cordero deshilachado que, pese a mis prejuicios de mezclar pollo con cordero, debo decir que quedó muy rico! Modestia aparte por supuesto..

Para el copetín nuestro cocinero entusiasta hizo unas mantecas saborizadas con cebolla al vino tinto (una verdadera delicia!) y otra con ajo, sacadas nada más y nada menos que de un libro de Marco Pierre White.

También hubo rolls de jamón iberico, con rúcula y durazno, Carpaccio de lomo con alcaparras fritas y parmesano, espárragos envueltos en salmón curado y camembert tibio en masa filo. Que lo comimos en el balcón hasta que el viento nos hizo entrar.

El vino lo trajo Alicia, bodega Bouza, no puede fallar.

Llegando al postre nuestro amigo Juan, oriundo de España, recién instalado con su familia en Montevideo, trajo una horchata de chufa home made por supuesto! Es difícil describir este jugo, especialmente porque acá no existe la chufa y no quiero ni saber como llegó a Uruguay! Pero fue un buen complemento para la tortita tibia de dulce de leche, que comimos de postre.

Cerramos la noche disfrutando de la sobremesa con café expreso y chupitos de grapa. Divertidos de haber armado nuestro propio club sibarita, nos despedimos ilusionados con repetir la fórmula y cada uno partió con una viandita de focaccia de tomates secos, tesorito gourmet que sobró y espero todos hayan disfrutado al día siguiente...

    Comentarios

    Registrate gratis y seguí navegando.

    ¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

    Pasá de informarte a formar tu opinión.

    Suscribite desde US$ 345 / mes

    Elegí tu plan

    Estás por alcanzar el límite de notas.

    Suscribite ahora a

    Te quedan 3 notas gratuitas.

    Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

    Esta es tu última nota gratuita.

    Se parte de desde US$ 345 / mes

    Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

    Elegí tu plan y accedé sin límites.

    Ver planes

    Contenido exclusivo de

    Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

    Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

    Cargando...