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La economía brasileña crece, pero todavía hay más de 11 millones de desocupados
La economía brasileña se expandió 1% en el primer trimestre de 2022 respecto a los últimos tres meses del año pasado impulsada por el sector de servicios, según informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). El resultado de la primera economía del Mercosur y de América Latina estuvo en línea con las estimaciones del mercado.
El dato se conoce dos días después de que el IBGE informara que la tasa de desempleo cayó al 10,5% en el trimestre febrero-abril, el nivel más bajo para ese período desde 2015, según las cifras oficiales.
El resultado, sin embargo, es inferior a las previsiones de los analistas consultados por el diario económico Valor, que anticipaban en promedio una tasa de 10,9%.
De esta forma, los datos oficiales muestran una reducción de 0,7 puntos porcentuales respecto al trimestre móvil anterior (noviembre-enero, 11,2%), y de 4,3 puntos respecto al mismo trimestre de 2021 (febrero-abril, 14,8%).
Se trata de la tasa más baja para el trimestre febrero-abril desde 2015 (8,1%) y según Adriana Beringuy, coordinadora de sondeos en el IBGE, la "retracción de la tasa de desocupación viene ocurriendo desde el trimestre cerrado en julio de 2021", impulsada por el aumento de la ocupación en sectores como transporte, educación y otros servicios.
Pese a la mejora, el desempleo todavía afecta a 11,3 millones de personas, en un país donde la informalidad alcanza al 40% de los trabajadores y la inflación se disparó el 12,13 por ciento anual en abril, situación que obligó este mes al Banco Central a elevar nuevamente su tasa de referencia al 12,75 por ciento, el máximo desde febrero de 2017, en un intento por contener el avance de los precios.
Los indicadores económicos representan el principal desafío electoral para el presidente Jair Bolsonaro, que buscará un segundo mandato en los comicios de octubre en un escenario en el que el 54 por ciento de los brasileños opina que la situación económica tiene "mucha influencia" a la hora de decidir el voto, según una encuesta del Instituto DataFolha.
Ese sondeo, realizado el 25 y 26 de mayo, atribuye al expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva el 48 por ciento de las intenciones de voto, seguido por Bolsonaro con 27 por ciento. En una eventual segunda vuelta, Lula aventajaría a Bolsonaro 25 puntos (58% a 33%), tres puntos de ventaja más que en el sondeo anterior.
