La mano en el botón

Podrían cubrir la distancia entre Pyongyang, capital norcoreana, y Nueva York, en menos de media hora. El gobierno de Donald Trump no hizo hasta ahora declaración pública alguna sobre la información, aunque al parecer ese mismo día hubo conversaciones con el gobierno chino para que ponga más presión a Kim Jong-un y lo haga desistir de continuar la carrera armamentista nuclear.

Esas conversaciones, tal como el comportamiento previo del líder norcoreano lo hacen suponer, no servirán de nada. La tensión y amenazas continuarán hasta un punto imposible de prever y que impiden descartar de plano un escenario bélico de enormes proporciones. Por el momento, es la única gran guerra a la vista.

¿Cómo sería despertarse un día con la noticia de que un misil nuclear impactó en Nueva York? El cine ya imaginó ese escenario. En The Divide (Aislados), película que presenta un mundo post apocalíptico luego de que el planeta quedó arruinado por una guerra nuclear, la gente debe vivir recluida debido a los efectos de la radiación.

El país triunfador de la guerra final es Corea del Norte, cuyos soldados llegaron a Nueva York. Hay una diferencia entre la realidad y la ficción, pero hay ocasiones en que la realidad invita a conjeturar un escenario ficticio que podría algún día a tener lugar.

Las horas tensas que se viven en Corea del Sur y Japón debido a las amenazas bélicas de Corea del Norte han dejado en claro que este último país, armado hasta los dientes, es el enemigo más peligroso que tiene Estados Unidos.

No en vano, los surcoreanos, superados por más del doble de armas y de soldados por el ejército norcoreano, cuentan en su territorio con 28.500 soldados estadounidenses, además de dos mil tanques, y decenas de aviones jet de combate F5, F15 y F16, como también aviones bombarderos, preparados para la que sería la primera guerra total del nuevo milenio.