La mitad de los varones desconoce el beneficio de medio horario por paternidad

En Uruguay el cuidado del bebé sigue siendo una tarea de mujeres. Los datos del Banco de Previsión Social (BPS) muestran que solo el 2% de los papás varones hacen uso de la licencia parental que les corresponde por ley. Y según un nuevo estudio del propio BPS, el Banco Mundial, la Udelar y ONU Mujeres la explicación va más allá del “machismo”, la “sociedad patriarcal”, o “el reparto de horas en el hogar”: lo que hay es desconocimiento.

Seis de cada diez varones de entre 18 y 41 años —sin importar si son beneficiarios del programa o no— desconocen que la prestación puede ser tomada por el padre o la madre de forma indistinta. Siete de cada diez piensan que se pierden ingresos por gozar de ese derecho. Y ocho de cada diez no saben que la licencia paternal puede ir alternándose entre los padres: un poco uno y otro tanto el otro.

Si bien entre las mujeres el nivel de conocimiento es mayor —casi el 80% conoce el beneficio en términos generales—, el vacío de información llevó a que las instituciones responsables del estudio realizaran un experimento. Enviaron más de 14.000 mensajes de texto de celular y más de 11.000 correos electrónicos del estilo: “Hola [nombre]. Si vas a ser madre o padre, con el subsidio de medio horario podés pasar más tiempo con tu bebé sin perder salario. Entrá a [sitio web del BPS]”. O “Hola [nombre]. Muchos hombres usaron el subsidio de medio horario. Mejoró sus vidas y el vínculo con sus bebés y parejas”. O “Hola [nombre]. ¿Creés que padres y madres deben participar en el cuidado de sus bebés? ¡Compartir el subsidio de medio horario es posible!”.

Luego fueron a medir el impacto. La primera sorpresa que se llevaron fue que muy pocos usuarios recordaban haber recibido el mensaje, por lo cual cabría esperarse que los potenciales usuarios estuviesen desinformados incluso cuando el BPS les enviaba otro tipo de información. Y lo segundo es que, entre aquellos que sí recordaban haber recibido la información, cambiaba la opinión antes y después.

Por ejemplo: “El mensaje que incluía el testimonio (de un padre) hizo que aumentara la probabilidad de que los hombres mostraran su disposición a usar ellos el subsidio, por encima de los que recibieron el mensaje que instaba a planificar”, dice el estudio.

En particular hubo cambios sobre prejuicios instalados. Seis de cada diez hombres cotizantes consideraban que “las mujeres son quienes deben estar a cargo del cuidado de sus bebés en sus primeros meses”. Esa visión fue flexibilizándose al recibir los mensajes.

La existencia de una ley “de avanzada”, concluye el informe, “no garantiza su uso”. Un cambio de comportamiento en ese sentido sería algo que, advierten los expertos, Uruguay debería proponerse en un escenario en que se penaliza la maternidad y que existe una caída de la natalidad.

El sociólogo Fernando Filgueira había dicho que “Uruguay podría llegar a una huelga de vientres”, porque “para muchas mujeres el costo que implica la maternidad es inadmisible, como también lo sería para los hombres”. Y parte de darle un revés a esa posibilidad, sería, el compartir los cuidados.

Luego de diez años de tener el primer hijo, las mujeres en Uruguay experimentan una reducción del 42% de su salario mensual en comparación con mujeres con características similares que no tuvieron hijos. Ese castigo salarial se explica, según la investigación, porque las madres trabajan 60% menos que las mujeres que no tuvieron hijos (en horas).