Desde su creación en la antigüedad cuando las lámparas de gas y la energía eléctrica no existía todavía, las velas han tenido la función de iluminar. Con el tiempo, y a medida que su papel inicial fue siendo relegado por otros métodos más efectivos, se fueron incluyendo nuevos elementos en la composición química de los cirios que, al quemarse, largaban olores agradables.
Canela, lavanda, manzanilla y menta son algunas de las fragancias más tradicionales en las velas aromáticas y también las que pueden encontrarse en cualquier comercio. Pero,
según un relevamiento del sitio de noticias Verne, existe una gama de velas aromáticas que se aleja completamente de la típica y que vende candelas con aromas a comida chatarra y bebidas.
Pollo frito, papas fritas, panceta, cerveza y mantequilla de maní son algunos de los "sabores" que pueden adquirirse en
internet.
Esta tendencia, que existe ya hace un tiempo, se reavivó luego de que el
restaurante KFC anunciara en su cuenta de
Instagram que una vela con olor a fritura sería sorteada entre los clientes que compraran en las sucursales de Nueva Zelanda.
Pringles es otra de las marcas que, en diciembre del año pasado, lanzó una serie de velas con aroma a papas fritas originales, papas cheddar y papas barbacoa.
Por su parte, en Nueva York
existe una tienda que ofrece velas con los olores típicos de la gran urbe estadounidense y también hay otra que ofrece una que, al prenderse, genera en el ambiente el mismo olor al que hay en una sala de cine.