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La propuesta millonaria de vecinos de José Ignacio a UTE para cuidar el “valor paisajístico”
Un grupo de 17 propietarios de José Ignacio le ofreció a UTE la donación de una superficie de entre 40 y 50 hectáreas (ha) para que el ente acceda a realizar una línea de alta tensión —que tiene proyectada— bajo tierra en lugar de hacerla por aire. Según explicó a El Observador uno de los vecinos implicados, Leonardo Noguez, la propuesta inicial fue “mejorada” a solicitud de UTE y también incluye la eventual compensación económica que percibirían esos propietarios por contar con una línea de alta tensión en sus terrenos, al tiempo que desistirían de entablar una demanda civil, que en su momento se había manejado rondaba los US$ 10 millones.
“Le hicimos una propuesta a UTE para ayudar a solventar el sobrecosto” —que tiene la obra al hacerse vía subterránea—, explicó Noguez. El valor de mercado de la hectárea en esas zona de José Ignacio ronda los US$ 100 mil, por lo que los propietarios están dispuestos a ceder unos US$ 5 millones de su patrimonio a cambio de que el ente opte por modificar la forma en cómo tiene previsto realizar esa obra de transmisión.
Un decreto del 2010 del Poder Ejecutivo estableció la construcción de una línea de conducción de energía eléctrica entre San Carlos y José Ignacio, y una estación de transformación de energía junto a la planta de Ancap, para mejorar la prestación del servicio de electricidad en ese pujante balneario top del este uruguayo.
La línea tiene un recorrido de 11 km, pero hay 4 km donde UTE ya acordó con otro propietario (la familia Busquet) una compensación para que ese tendido sea bajo tierra. Ahora el grupo de los 17 vecinos —que se ven afectados por los restantes 7 km del tendido— aspiran a que el ente contemple su pedido y reclaman un trato igualitario.
El pasado 8 de marzo hubo una audiencia de conciliación judicial entre UTE y los propietarios, pero no se llegó a un acuerdo. Luego las partes continuaron negociando en busca de una solución al conflicto de intereses: los vecinos pretenden tener el menor impacto visual y económico posible y, UTE, no hacerse cargo del sobrecosto que implica una obra de esa magnitud bajo tierra.
Afecta el paisaje
Noguez sostiene que el grupo de propietarios afectados “no se limita” a los 17 que están negociando con UTE, ya que otros grupos de propietarios de la zona tendrían “un impacto visual” por el tendido aéreo de esta línea de alta tensión.
“Es una zona que está creciendo. Hay un museo, galerías de arte (...) Hacer un tendido de alta tensión va un poco en contradicción con el desarrollo de la zona y con lo que es el cuidado de mucha gente que ya invirtió. Nadie les avisó que podía pasar una línea de alta tensión”, alertó Noguez.
El propietario consideró que realizar un tendido aéreo afectaría el “valor paisajístico” de una zona que se caracteriza por ser un fuerte polo de atracción de inversión inmobiliaria, que está en su apogeo, y que iría a contrapelo del llamado que está haciendo el Poder Ejecutivo de Lacalle Poue para que extranjeros se vengan a vivir e invertir en el país. “Tenemos la esperanza en que habrá una resolución favorable”, culminó Noguez.
Una productora de Hollywood afectada
La productora de cine, que ha trabajado para Hollywood, María Teresa Arida –de padre argentino y madre libanesa—, es uno de los vecinos afectados. En el predio de Arida en José Ignacio están asignadas dos torres a 200 metros de la casa para que pasen por allí los cables de alta tensión de la empresa estatal uruguaya. Y esto tiene consecuencias económicas: “La casa, de valer algo, pasa a valer cero”, había dicho a El Observador en diciembre del año pasado.
Arida ha participado en películas con actores como Viggo Mortensen y Paul Rudd. Además, tiene negocios familiares en Uruguay: un emprendimiento inmobiliario en Rocha y una panadería con tres sucursales en Maldonado que administra su hija, quien también vive en Europa, pero viaja para los meses de temporada alta. En 10 años, comentó la empresaria, han empleado a más de 2 mil personas.
