El enoturismo, las exportaciones y la venta en free shops fueron los más golpeados, coinciden gerentes de bodegas y expertos del rubro. Las bodegas cerraron sus puertas, pero ahora las botellas llegan directo a la casa de los clientes.
El ecommerce apareció como un aliado, algunos ya lo implementaban y otros comenzaron a partir de la emergencia sanitaria. Además el contacto con los clientes en catas virtuales se hizo popular entre estos empresarios, y el diálogo entre colegas es permanente. Varios coinciden: cuando la cuarentena termine deberán apuntar más al público uruguayo.
“El covid llegó en un momento que prácticamente estaba todo el vino procesado; meses antes hubiera sido catastrófico” comentó Pablo Irujo, gerente de ventas de Almena (Establecimiento Juanicó). Las ventas en el rubro gastronómico y hotelero, así como en los freeshops, se detuvieron. Irujo explicó que en cadenas de supermercados no se ha visto una caída, pero “se está dando un down grade, la gente compra productos de un precio menor ”.
La directora de Viña Edén, Rosane Arkader y el enólogo de la bodega, Marcelo Breganti, coincidieron en que la cancelación de Prowine, la feria de vinos más importante de Alemania, les “adelantó la tempestad”.
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