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Las corridas de rally y una confesión sobre las privatizaciones: las anécdotas de Lacalle y Sanguinetti sobre Menem
Por Pedro Tristant y María Eugenia Fernández
En Argentina, Carlos Menem había sorprendido a todos al ganar la interna del peronismo, se había convertido en candidato único del partido y ganó las elecciones contra el radicalismo en 1989. En Uruguay, Julio María Sanguinetti estaba a menos de un año de entregarle la banda presidencial a su sucesor, Luis Alberto Lacalle Herrera, cuando recibió en la residencia de Suárez y Reyes al presidente electo de Argentina.
Menem, el presidente argentino que murió este domingo a sus 90 años, venía a visitar al mandatario uruguayo y le comentó un programa que tenía en mente: el de privatizar las empresas públicas.
–Pero, Carlos, te votaron por ser peronista. Votaron a un peronista. Vas a privatizar lo que el general (Juan Domingo Perón) nacionalizó –le dijo Sanguinetti sorprendido.
–Si el general estuviera vivo, también haría lo mismo: privatizaría todas estas cosas, que son empresas públicas que no andan –le respondió Menem.
Esa respuesta fue "muy de Menem, muy de su estilo", recordó el colorado a El Observador a más de 30 años de ese diálogo con el hombre que había terminado su mandato como gobernador de La Rioja. Buena parte de la presidencia de Menem y Sanguinetti los tuvo a los dos en los gobiernos de ambos lados del Río de la Plata: coincidieron menos de un año entre 1989 y 1990 y luego se reencontraron entre 1995 y 1999.
Como se lo adelantó a Sanguinetti, el gobierno de Menem estuvo caracterizado por la privatización de las empresas públicas –un proceso cargado de sospechas de corrupción– además de la paridad del peso argentino y el dólar, conocido como el "uno a uno".
Durante 1990 y 1995 fue Lacalle Herrera el mandatario uruguayo que coincidió con el gobierno de Menem. Los presidentes tuvieron una relación cercana en estos años marcados por la fundación del Mercosur, el 26 de marzo de 1991.
Lacalle recordó que a los efectos de la relación con Uruguay, Menem fue un "presidente excepcional" por "la compresión de los intereses mutuos en el terreno más difícil, que es el Río de la Plata". El peronista tuvo "simpatía" por Uruguay, dijo el expresidente uruguayo a El Observador.
Lacalle, igual que Sanguinetti, cree que Menem fue un "amigo" de Uruguay: "Quizás sea por ser provinciano, por no tener una visión porteña". El nacionalista lo definió como "un hombre encantador", pero prefirió no valorar su actuación en la política argentina porque esa tarea le "corresponde a los argentinos".
Esa "simpatía" se complementaba con conocimiento y cariño, como definió Sanguinetti. Menem conocía cada carretera, cada pueblo, cada estación de servicio de Uruguay de la época en que era corredor de rally. "Conocía nuestra mentalidad y por esto pudimos tener una magnífica relación", resaltó.
Esos primeros años del Mercosur fueron "tiempos de colaboración y entendimiento", en los que Menem se mostraba constructivo: "Era muy afirmativo, creía en el Mercosur", dijo el expresidente colorado.
Otro mojón de la relación entre Uruguay y Argentina fue el comienzo del dragado del canal Martín García. Lacalle recordó que si no se concretaba la obra le generaría un problema a Uruguay porque hasta ese momento "los barcos pasaban vacíos, pero luego no podían regresar". El blanco se mostraba escéptico de una respuesta positiva del gobierno argentino para el comienzo del dragado, e incluso le planteó sus dudas a su entonces canciller, Sergio Abreu. "Sergio, hay seis meses en el tratado para contestar. Se van a tomar un año", le comentó.
Pero, a los 15 días, tenían la respuesta positiva del gobierno argentino, y Lacalle se había equivocado. En diciembre de 1996, Menem viajó a Uruguay y junto a Lacalle y Sanguinetti inauguraron el comienzo de las obras del canal Martín García, que localiza las aguas de uso común del Río de la Plata y se extiende desde que desemboca el Río Uruguay hasta el canal de acceso al puerto de Buenos Aires.
Sanguinetti dijo que la política de Menem fue "muy discutible" y sostuvo que quebró la "tradición peronista" con las privatizaciones, algo que fue "muy polémico". Pero, de todas maneras, destacó que "siempre se mantuvo dentro de la democracia" porque fue electo y reelecto presidente de Argentina, aunque para volver a serlo necesitó impulsar una reforma en la Constitución.
El dos veces presidente uruguayo recordó que Menem fue una "víctima de la dictadura" porque "estuvo preso años" pero "jamás hizo caudal de esa situación". "Por el contrario, siempre miró hacia adelante, con espíritu de paz y de concordia", dijo.
Menem se convirtió en gobernador de La Rioja en 1973, pero fue removido por la dictadura militar argentina en 1976, un período en el que estuvo buena parte detenido. Luego, como presidente, indultó a los máximos responsables del régimen que habían sido procesados y a los miembros de organizaciones guerrilleras.
Los gobiernos de Menem estuvieron marcados también por sus anécdotas, por su cercanía a las figuras del espectáculo, por sus "sentencias y sus furcios" y sus "relaciones turbulentas" en su vida matrimonial. "Pero más allá de todo ese anecdotario, era un hombre enormemente cordial, amistoso, gracioso y siempre constructivo", dijo Sanguinetti.
