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Amenaza al secuestrador de la familia de su ex pareja fue clave para que liberara rehenes
"Perdón, perdón por todo”, le dijo a sus padres. “Díganle que la amo”, agregó enseguida haciendo referencia a su expareja, la víctima de un nuevo caso de violencia doméstica que tuvo como testigos a 13 rehenes en una peluquería de Pocitos este jueves.
El hombre, de 24 años, que se atrincheró en el salón Amor mío fue protagonista este viernes de una audiencia judicial que lo llevó a prisión como medida preventiva por 90 días mientras la investigación de la Fiscalía continúa.
Entre las declaraciones de delitos –de violencia doméstica agravada, porte de armas, atentado especialmente agravado y privación de libertad– que la fiscal Sandra Bolagno y la jueza Diovanet Olivera mencionaron, también se mezcló el abrazo fuerte y comprensivo de sus padres cuando la audiencia terminó. “Tranquilo, tranquilo, todo va a estar bien”, le dijeron. “Yo estuve mal”, respondió.
La calma, dolor y expresiones de cariño del victimario lo hacían parecer otra persona diferente a la del protagonista del video que grabó y publicó en Facebook mientras estaba armado en la peluquería. Era el mismo que hizo viral un video en el que dijo: “Acá estamos con esta gente hermosa, con esta putita que traiciona. Miren, miren, esta trola traicionó” mientras apuntaba con un revólver a su expareja.
“Los amo, los amo”, les dijo también a sus seres queridos más cercanos, en su casa, la noche antes de irrumpir en la peluquería de Pocitos que quedó rodeada de oficiales de la Guardia Republicana, francotiradores y personal del Grupo Especial de Operaciones (GEO).
Al otro día (este jueves), el joven “estaba raro” según las apreciaciones de sus familiares. Con uno de sus hermanos se subió a un ómnibus urbano, en principio, rumbo a un shopping. Cuando el vehículo llegó al centro comercial su hermano descendió y el victimario amagó su bajada pero continuó viaje rumbo a la peluquería. El hermano volvió a pie hasta su casa en el barrio Paso Carrasco y todos sus familiares más cercanos sospecharon que algo malo podía pasar. La sospecha se convirtió en realidad cuando se enteraron de la noticia.
“Tengo un diablo adentro, los voy a matar a todos”, gritó desaforado minutos después de ingresar al local donde ocurrieron los hechos, según relató la fiscal este viernes en la audiencia. La Fiscalía pidió una pericia psiquiátrica para el hombre. “Se entendió que el individuo fue capaz de entender el carácter ilícito de sus actos, por lo tanto es completamente imputable”, dijo la fiscal.
Llamada clave
Más de cuatro horas de negociación, un enorme operativo policial y un hombre que prometía asesinar a sus catorce rehenes. Fue un “momento terrible”, según describió Mónica Fernández, dueña de la peluquería.
Se cortó el tránsito y la circulación en las cuadras aledañas y se dispuso a los profesionales más entrenados del Ministerio del Interior para negociar.
Finalmente el drama se resolvió con el mejor de los escenarios posibles: el secuestrador se entregó a la Policía sobre las seis de la tarde y no hubo ningún herido. Para que ese desenlace fuera posible colaboró un elemento externo a la escena: las amenazas que recibió el secuestrador de parte de la familia de su expareja, la principal rehén.
Según la versión divulgada este viernes por Teledía, la familia de la mujer secuestró al hermano menor del atrincherado para forzar la liberación de los rehenes. Según dijo este medio, una de las hermanas de ambos hizo una denuncia telefónica a la Policía sobre la hora 17 del jueves en la que consta que el joven fue llevado “a punta de pistola” a la casa donde vive la expareja con su familia. Las dos familias viven en Paso Carrasco, en el departamento de Canelones.
Los familiares de la mujer, según canal 4, le enviaron fotos al hombre atrincherado en la peluquería Amor Mío y le exigieron que la entregara sana y salva, o de lo contrario se tomarían revancha con su hermano.
Sin embargo, cuando el supuesto secuestrado fue consultado por la policía, negó esta versión.
Fuentes del Ministerio del Interior consultadas por El Observador dijeron que la versión del secuestro la descartaron al llegar a la vivienda del hermano del agresor y ver que estaba allí. Lo mismo habían expresado las autoridades de esa cartera este jueves en conferencia de prensa.
Las fuentes consultadas confirmaron que las hermanas del secuestrador de Pocitos llamaron al 911, por lo que enviaron el móvil más cercano a la casa de ellas, donde también vive el supuesto secuestrado.
Cuando el móvil llegó, el joven de 18 años estaba en la residencia y negó haber sido secuestrado, como habían denunciado sus hermanas minutos antes por teléfono.
El joven reconoció que había estado en contacto con la familia de la pareja de su hermano y que había podido comunicarse con él, que estaba en la peluquería de Pocitos.
De acuerdo a su declaración ante la policía, uno de los hermanos de la víctima lo fue a buscar a su casa, lo abrazó y le dijo que tenían que hablar. Fueron hasta la casa de la familia de la víctima y allí le dijo que su hermana estaba en peligro. Siempre según la declaración ante la policía, ambos llamaron por teléfono al secuestrador y él les dijo que se quedaran tranquilos, que “la iba a soltar”. Tras esa conversación, el hermano del secuestrador volvió a su casa.
De todos modos, los oficiales lo trasladaron a la Jefatura de Policía de la zona operacional 2, “para brindarle garantías y asegurar su integridad física”, según explicaron las fuentes ministeriales consultadas por El Observador. Allí, se procedió a tomarle declaraciones y se informó a la fiscal del caso, Sandra Bolagno.
Según confirmó a El Observador una de las rehenes que estuvo muy activa durante el secuestro, se escuchó que al agresor lo llamaron amenazándolo.
Esta movida de la familia de la víctima tuvo su efecto y facilitó la liberación porque poco rato después de esa llamada, todas las rehenes estaban saliendo de la peluquería Amor Mío.
