Hay casos policiales en que la realidad le hace un guiño a la ficción. La señora Nancy Crampton-Brophy es una escritora de armas tomar. Es novelista y también un personaje de novela. Su historia daría para escribir un libro, con seguridad mejor de los que ella escribe, los cuales, a pesar de que dejan mucho que desear en cuanto a calidad de escritura, han encontrado su público lector. A los 68 años, la escritora ha logrado lo que no todos consiguen, esto es, vivir del sudor de su pluma.
El género al cual pertenecen sus libros, las “novelas romance”, no es uno en el cual el escritor sienta que puede llevarlo a ganar algún premio literario prestigioso. Es un género que durante un tiempo se llamó “literatura de supermercado”, pues este tipo de libro por mucho tiempo se vendió en góndolas, en el mismo local donde se venden latas de atún, aceite y azúcar. Nancy Crampton-Brophy ha escrito libros poco conocidos como The Wrong Cop, The Wrong Lover y The Wrong Husband (ninguno ha sido traducido al español), los cuales no se venden en Amazon, pero en Estados Unidos se encuentran en pequeñas librerías dedicadas a las novelas romances, donde también se encuentran libros de cómics, es decir, lo que algunos llaman “literatura alternativa” o menos seria. Difícilmente sus libros, en cuyas portadas aparecen fotos de hombres jóvenes musculosos, y en los que las historias de amor tienen lugar en un ambiente lleno de misterio y situaciones inesperadas, vayan a formar parte algún día del canon de libros innovadores de nuestra época, pero le han servido para darle un buen pasar. Una de sus obras más conocidas se llama The Wrong Husband (El marido equivocado) y pareciera que nuevamente la ficción ha copiado a la realidad. Crampton-Brophy se ha hecho famosa en días recientes por una razón extraliteraria.
Por ser la principal sospechosa de haber asesinado a su marido, que no era el equivocado, sino el verdadero. La escritora es acusada de haber matado al hombre de 63 años de edad. Aunque era chef y profesor en un instituto culinario, no lo envenenó, sino que lo mató a balazos. Amigos del matrimonio no pueden creer lo ocurrido, ni tampoco la policía le cree a las razones dadas por la mujer en su defensa. Tiempo atrás, esta había declarado que “al igual que todos los matrimonios, hemos tenido nuestros altibajos, más tiempos buenos que malos”.
Por lo visto, en algunos matrimonios los tiempos malos pueden terminar muy mal.
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