Lula concentra su atención en Río de Janeiro de cara al balotaje

Lo afirmó en el marco de la búsqueda de votos en un estado considerado clave, donde en primera vuelta venció la extrema derecha vinculada al evangelismo y el discurso de mano dura del actual mandatario y candidato a la reelección Jair Bolsonaro.

En diálogo con la Radio Tupí, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) anunció que realizará una gira de dos días en el tercer estado más importante en caudal de votos del país. "Vamos a volver a hacer de Río de Janeiro uno de los motores de la economía como hice en mi anterior gobierno", afirmó Lula.

En la primera vuelta, Bolsonaro derrotó en Río de Janeiro a Lula por 51% a 40% -en la nacional ganó Lula 48% a 43%- y logró reelegir al gobernador bolsonarista Claudio Castro con el 58% de los votos ante el rotundo fracaso de la coalición opositora liderada por Marcelo Freixo, profesor universitario del Partido Socialista Brasileño (PSB), que logró el 27%.

Según precisó su comando de campaña, Lula visitará el municipio de Belford Roxo, en la populosa Baixada Fluminense, un sector suburbano considerado clave para recortar la distancia que le sacó Bolsonaro en Río de Janeiro en primera vuelta.

Lula, además, visitará las favelas del Complexo do Alemão, en la zona norte de la ciudad, y Rocinha, la mayor del país, en el barrio de Gávea, en el sur de la metrópoli.

La visita de Lula a la Baixada Fluminense se concretará luego que, en uno de los giros más sorpresivos tras la primera vuelta electoral, el derechista intendente de Belford Roxo y líder evangelista de Unión Brasil, Waguinho, decidiera apoyar a Lula de cara a la segunda vuelta.

"La propuesta de Lula de retomar el desarrollo y el empleo en Río de Janeiro nos hace brillar más los ojos que lo ofrecido por Bolsonaro, que nos pidió el apoyo a cambio de reforzar nuestra posición en la Cámara de Diputados. Estaremos con Lula", dijo Waguinho.

"Somos evangélicos pero servimos a Jesús, no a Bolsonaro", afirmó el líder de Belford Roxo, quien destacó que los municipios vecinos a Río son los que más sufren el desempleo y la violencia, en especial luego que la Operación Lava Jato suspendiera las obras en el sector petroquímico en las que hubo sobreprecios o corrupción.

"Vamos a retomar la industria naval y la construcción de sondas y plataformas con contenido nacional para el desarrollo de Petrobras", afirmó Lula, quien también fustigó el cese de la política de construcción de viviendas desde que fue derrocada en 2016 la presidenta Dilma Rousseff por medio de un polémico juicio político del Congreso.

"Nuestro programa de 4.000.000 de casas fue el más importante de la historia de Brasil", subrayó el expresidente, al tiempo que prometió que en caso de vencer a Bolsonaro "sacará a Río de Janeiro de las páginas policiales y lo colocará en economía como un polo de atracción de inversiones".

En Río de Janeiro el 27% de la población se declara evangélica neopentecostal, una situación que ha aprovechado el bolsonarismo para penetrar en las capas más pobres del electorado. Además, cinco exgobernadores estuvieron detenidos en los últimos años por corrupción. El caso más emblemático es el de Sergio Cabral, condenado en más de veinte procesos en los que admitió haber desviado dinero durante su gobierno, que estaba alineado al de Lula.

Río de Janeiro es el estado en el que construyó su carrera como diputado federal el presidente Bolsonaro, quien nació en Glicerio, estado de San Pablo. Un estado que es sede del influyente Club Militar que reivindica la dictadura militar y el golpe de 1964. Allí, Bolsonaro ha hecho campaña durante décadas premiando a policías que estaban acusados de gatillo fácil y defendiendo la conformación de grupos que combatan en forma privada el narcotráfico.