Más de 200 palestinos y casi 30 israelíes fueron asesinados en Cisjordania durante este año

Tor Wennesland, coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en la región, dijo ante el Consejo de Seguridad del organismo que la escalada está siendo alimentada por la creciente desesperanza entre los palestinos y la falta de progreso para lograr un estado independiente.

“Palestinos e israelíes mueren y resultan heridos diariamente en actos de violencia, incluso horas antes de esta sesión informativa, cuando otro tiroteo fatal mató a un israelí en Cisjordania”, dijo al Consejo de Seguridad hablando desde Jerusalén.

“La falta de progreso hacia un horizonte político que aborde los temas centrales que impulsan el conflicto dejó un vacío peligroso y volátil, ocupado por extremistas de todos los lados”, enfatizó Wennesland.

Si bien israelíes y palestinos tomaron algunas medidas para estabilizar la situación actual, el funcionario de la ONU advirtió que se trata de pasos unilaterales que no lograron cesar las hostilidades.

Wennesland señaló como factores que incitan a la violencia la incesante expansión de los asentamientos israelíes ilegales, la demolición de viviendas palestinas, las operaciones de las fuerzas israelíes en las zonas ocupadas de Cisjordania y los cada vez más frecuentes ataques de los colonos israelíes a las aldeas palestinas.

Wennesland también citó la “actividad militante” palestina y dijo que el panorama actual se ve agravada por “la fragilidad” de la situación financiera de la Autoridad Palestina, así como por la grave escasez de fondos que enfrentan las agencias de la ONU, incluida la agencia para los refugiados palestinos.

“Si bien debemos concentrarnos urgentemente en abordar los problemas más críticos y reducir la situación sobre el terreno, no podemos ignorar la necesidad de restaurar un horizonte político”, afirmó.

“Los miembros del Consejo fueron claros en que la violencia debe cesar. Insto a los líderes a actuar ahora para calmar la situación. Esta espiral de violencia no lleva a ninguna parte más que a un mayor derramamiento de sangre”, agregó Wennesland por las redes sociales luego de presentar su informe ante el Consejo de Seguridad.

La embajadora de los Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, quien presidió la reunión, pidió medidas inmediatas para reducir la escalada de violencia y reiteró el apoyo de su gobierno a una solución de dos estados.

Por su parte, el embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy, afirmó que el estancamiento a largo plazo del proceso de paz se vio “agravado por las acciones unilaterales ilegales en curso de Israel para crear hechos irreversibles sobre el terreno”, y describió el “ritmo sin precedentes” de la expansión ilegal de asentamientos de Israel como una gran amenaza.

La coordinadora política de Francia ante la ONU, Isis Jaraud-Darnault, también condenó “la colonización israelí de los territorios palestinos” que los palestinos quieren para su futuro estado, y las continuas demoliciones de viviendas e infraestructura palestinas, incluida una escuela en la región de Ramallah en agosto, establecimiento educativo que había sido financiado por donantes europeos, incluida Francia.

Darnault, quien también condenó la violencia contra los israelíes, dijo durante la sesión del Consejo de Seguridad que la ONU y los actores regionales tienen un papel esencial que desempeñar en la restauración de “un horizonte político creíble” como un paso hacia el fin de la violencia. “La normalización de las relaciones entre Israel y varios estados de la región contribuye a la estabilidad y la seguridad”, agregó.

Darnault, sin embargo, puntualizó que la dinámica “permanecerá incompleta mientras no vaya acompañada de una reanudación del proceso político hacia una solución que satisfaga a las aspiraciones legítimas tanto de palestinos como de israelíes”.

(Con información de agencias)