Miles de indígenas llegan a Quito y el gobierno advierte que “está en peligro la democracia”

Lara agregó que "las Fuerzas Armadas no permitirán que se intente romper el orden constitucional o cualquier acción contra la democracia y de las leyes de la República". Lo afirmó luego que el presidente conservador Guillermo Lasso ampliara el estado de excepción de tres a seis provincias a raíz de la creciente protesta social que se registra desde el lunes de la semana pasada, cuando la opositora y mayoritaria Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) comenzó con los bloqueos intermitentes en la mayoría de las carreteras de las 24 provincias en demanda de una reducción de los precios de los combustibles.

Lasso, quien había declarado la medida de excepción desde el sábado para las provincias de Pichincha -cuya capital es Quito-, Cotopaxi e Imbabura, la extendió ahora a Chimborazo, Tungurahua y Pastaza. "Con esta decisión se precautela el bienestar de la ciudadanía frente a la violencia. A la vez se tutelan los derechos de quienes se manifiesten pacíficamente", señaló el comunicado oficial.

En el marco de un clima político y social cada vez más complicado, varios miles de indígenas llegaron a Quito en el noveno día de la protesta. Por su parte, el partido indigenista Pachakutik, que tiene 27 de los 137 escaños de la unicameral Asamblea Nacional, consiguió que el cuerpo legislativo aprobara con 87 votos una resolución que le exige al gobierno una propuesta "seria, clara y honesta" de diálogo.

La resolución, además, pide la conformación de una mesa de trabajo integrada por organismos como Naciones Unidas, la Cruz Roja, universidades y la Iglesia católica. Para dialogar, el movimiento, que participó en las revueltas que derrocaron a tres mandatarios entre 1997 y 2005, pone como condición que Lasso atienda un pliego de 10 puntos, entre ellos la rebaja del precio de los combustibles.

La protesta, que ha ido escalando en violencia, ha dejado hasta el momento un saldo de 79 detenidos y 55 manifestantes heridos, según denunció la Alianza de Organizaciones por lo Derechos Humanos.  A pie, en motocicletas y en abarrotados camiones, los manifestantes iniciaron una nueva marcha pacífica desde el sector de Cutuglagua, en la entrada sur de la capital y se concentraron en varias sedes universitarias, que les sirven de albergue en el norte de la ciudad.

Una de las sedes es de la universidad Salesiana, que decidió "abrir las puertas" de sus instalaciones como "zona de paz y acogida humanitaria" para los indígenas y llamó "a deponer acciones y actitudes que interfieran o alteren los procesos de diálogo y la búsqueda de soluciones". Fue luego que la policía ocupara y requisara la Casa de la Cultura Ecuatoriana, donde tradicionalmente se alojan los integrantes del movimiento indigenista.

Las protestas contra el gobierno de Lasso, iniciadas por la Conaie se vieron potenciadas por la detención y traslado a un penal del líder de la organización, Leonidas Iza, quien posteriormente fue liberado. Las manifestaciones, en principio para rechazar la suba en el precio de los combustibles, amenazan con radicalizarse todavía más. Por el momento, el diálogo entre el gobierno y los líderes del movimiento indigenista está cortado.

"Hemos tendido la mano, hemos llamado al diálogo, pero ellos no quieren la paz, ellos buscan el caos, quieren botar al presidente", sostuvo Lasso en un video divulgado en su cuenta en Twitter. La Conaie, por su parte, insistió en que mantendrá la protesta por tiempo indefinido si el gobierno no atiende su petitorio, que además de la rebaja del precio de los combustibles, incluye una moratoria para el pago de deudas de campesinos con los bancos, el control de precios agrícolas, más empleo, la suspensión de concesiones mineras en territorios indígenas y más presupuesto para salud, educación y seguridad.

En un clima cada vez más enrarecido, la policía informó que tres personas cayeron a una quebrada en Quito y una de ellas, un joven de 22 años, falleció. Según la información oficial, se trató de un hecho que "no tiene nada que ver con las actividades de mantenimiento del orden". Lasso, por su parte, insistió durante las últimas horas en varias ocasiones que el movimiento indígena busca poner fin a su gobierno, que inició se en mayo de 2021. Enfatizó también que la rebaja de los combustibles no es negociable.