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Multiempleo en la salud, un problema crónico que es vector de contagios

Un médico trabaja en promedio en tres centros de salud y el 77% está en contacto con pacientes con covid-19, por lo que se reforzaron medidas y controles
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25 de julio de 2020 a las 05:04

El fenónemo es histórico en Uruguay. Un médico trabaja, en promedio, en tres instituciones distintas al mismo tiempo, y casi tres de cada diez (27%) está empleado en más de un lugar. Este problema, que lleva años de discusión, se reavivó en los últimos días a raíz del brote de coronavirus registrado en el sanatorio de la Médica Uruguaya. El foco superó la cantidad de 80 infectados, y se registraron contagios en otras instituciones, como en el Casmu, en el hospital Militar, en el Pereira Rosell, en el Pasteur y en tres centros de hemodiálisis. 

Esta realidad despertó la alarma de las autoridades, que vieron la conjunción de dos factores de riesgo: el multiempleo en la salud y la alta predisposición al contagio de los trabajadores que atienden a pacientes infectados en la primera línea de combate. De hecho, el 77% de médicos trabaja cerca de pacientes con coronavirus, y un 71,3% lo hace en áreas reservadas para personas con coronavirus directamente, reveló una encuesta realizada por el SMU durante la primera quincena de mayo.

“El personal de la salud tiene cuatro veces más riesgo de enfermarse que la población general, pero además si trabajan en la atención directa de pacientes con covid-19 este riesgo se incrementa aún más”, advirtió Henry Cohen, uno de los tres coordinadores del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), quienes dieron una conferencia de prensa este jueves para analizar la situación sanitaria luego de un repunte relevante de los casos. 

“(Y) tenemos una situación particular, que es el multiempleo, y que es una situación que se hereda de mucho tiempo”, dijo el especialista.  

Según un estudio comparativo realizado de 2018 por Equipos Consultores, a pedido del SMU, el multiempleo es un fenómeno que se ha mantenido relativamente constante en los últimos 30 años. Los médicos con dos cargos eran el 25% a la salida de la dictadura militar, crecieron al 33% en 1998, en los diez años siguientes esa cifra descendió algunos puntos, y en 2018 se situó en el 37%. La porción de profesionales con tres cargos disminuyó tres puntos porcentuales entre 1985 y 2018 –pasaron del 27% al 24%–, y aquellos con cuatro trabajos en simultáneo pasaron del 26% al 15% en el mismo lapso. 

“Es algo que estuvimos siempre tratando de solucionar”, dijo a El Observador la infectóloga Zaida Arteta, secretaria general del Sindicato Médico del Uruguay (SMU). “La pandemia lo puso de manifiesto y es una buena oportunidad para seguirlo discutiendo”, añadió la profesional.  

El nudo de la cuestión reside en la generación de cargos de alta dedicación –actualmente hay 1.800 profesionales en esta modalidad, cerca de 400 del ámbito público–, y es una de las principales banderas que llevará el sindicato cuando se abran los Consejos de Salarios del sector. “Vamos por la profundización de este sistema: queremos incorporar la mayor cantidad de colegas en este régimen, sin que se eche gente por eso. Que se ofrezca la alta dedicación a personas ya contratadas para que concentren el trabajo en un solo lugar”, sostuvo Arteta. 

La especialista también entiende que “la alta dedicación en todo el país en el primer nivel de atención fue lo que ayudó a contener la pandemia, y en el fondo es una solución que no le cuesta al sistema, porque es reordenamiento y racionalidad de los recursos”.

Las inspecciones

Como el multiempleo es un factor estructural que no se puede “evitar ahora”, Cohen insistió este jueves en la importancia de exhortar a los profesionales de la salud a “tomar las medidas de prevención”.

En ese sentido, los científicos –apoyados en la metáfora de Rafael Radi, coordinador general del GACH, de que el partido “en La Paz” continúa en empate– remarcaron que este rebrote era esperable en el marco de la etapa del desconfinamiento, pero que “la diferencia entre el éxito y el fracaso del control de la pandemia” sigue estando en el estricto cumplimiento de las disposiciones sanitarias individuales, fundamentalmente en los centros de salud.

Pero se encontraron algunas fallas puntuales en cumplimiento del uso del tapabocas y el alcohol en gel, junto con el lavado de manos constante y el distanciamiento físico. 

El Ministerio de Salud realizó esta semana una primera inspección en los centros de salud de Montevideo. Se fiscalizaron 21 instituciones privadas, y en una de ellas –cuyo nombre no se reveló porque aún no fue notificada– se encontraron varios incumplimientos, dijo el ministro Daniel Salinas. 

“En general, hay correcciones para hacer”, afirmó en rueda de prensa este jueves, al referirse al resto de los hospitales inspeccionados. Consultado sobre qué faltas a las disposiciones se detectaron, agregó: “El uso de mascarillas, sobre todo en acompañante o en pacientes en algún área común de descanso, de ese tipo, pero menores en cuanto no ha sido generalizado”.

Eduardo Henderson, gerente general de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), dijo a El Observador que esas observaciones se hicieron en seis centros de salud públicos, de un total de cerca de 20 en el conurbano de Montevideo.

“Para mí es un tema de disciplina individual. Lo que fallan son las personas, no las instituciones, por eso apelamos a la conciencia individual”, sostuvo Henderson. 
Durante la semana, las autoridades de ASSE mantuvieron reuniones virtuales –por Zoom– con los jerarcas de las cuatro regiones del prestador estatal, a los que se les transmitió la necesidad de recordar “la disposición a tomar medidas” en el caso de que se detecten fallas en el protocolo.

Algunos prestadores privados también intensificaron los controles, como la Asociación Española –donde se aplicaron sanciones administrativas, según fuentes de la institución–, y el Casmu, cuyo presidente contó que recorre “permanentemente los sanatorio”. “He visto a más de uno a los que les he dicho: ‘O te ponés la mascarilla o te sanciono en este momento”, contó Raúl Rodríguez.

Campaña del SMU

El sindicato médico resolvió esta semana elaborar una campaña de comunicación con el objetivo de concientizar en el respeto de las disposiciones sanitarias al propio personal de salud. En el video que se difundirá en los próximos días, aparecerán “médicos en su lugar de trabajo haciendo acciones cotidianas tomando todas las medidas aconsejadas”, contaron fuentes del gremio.

“Para que ellos desde su lugar puedan mostrar cómo es la protección”, dijeron. Como ejemplo de escena normal –aunque aún no está definido– puede ser la forma de tomar mate: dos médicos separados, cada uno con el suyo, contaron.

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