Nace una estrella

Rodrigo Amaral por su parte, sigue en el limbo, sin encontrar un lugar permanente en el fútbol donde confirmar el potencial que en un momento esbozó y que más pronto de lo previsto comenzó a diluirse. Lejos, viendo el presente con cierta ironía, esa que auspicia la realidad cuando el escenario cambia para mejor por completo, Diego Rossi vive el presente con un panorama muy diferente al de los nombrados. No solo es titular en el club sensación de la MLS estadounidense, sino que con sus brillantes actuaciones en los dos primeros partidos del campeonato se ha transformado en una estrella, estatus al que no es fácil acceder en tan corto tiempo.

Los Angeles FC, dirigido por Bob Bradley, entrenador de la selección estadounidense en el mundial de Brasil, ganó ambos partidos de visitante, contra Seattle y Salt Lake City, en dos de los estadios en que es más difícil triunfar como visitante. El sábado Rossi convirtió dos goles –que podrían haber sido tres pues otro tiro suyo, con el golero vencido, pegó en el palo- y volvió a tener un desempeño brillante. Los comentaristas de televisión dijeron que desde que la liga se fundó en 1993 no se había visto un jugador con 21 años de edad tener un debut tan apabullante y convincente como el de Rossi. En Los Ángeles, capital mundial de las estrellas del mundo del espectáculo, a poca distancia de Hollywood, el futbolista uruguayo protagoniza una película que ha tenido un comienzo notable.