Por Alexander Laluz
Especial para El Observador
La historia de los combates pianísticos entre Julio Frade y Panchito Nolé comenzó hace treinta años en una clásica confitería porteña, La Ópera, ubicada en la planta baja de una antigua casa de apartamentos en la esquina de Avenida Corrientes y Callao. En aquella época, recuerda Nolé, ambos trabajaban en un canal de aire de la vecina orilla. Frade, como parte del histórico elenco de Hiperhumor (con Almada, Espalter, D'Angelo, Carámbula, Redondo), y él dirigiendo la orquesta estable. "Entonces, una noche, tomando algo en esa confitería, Julio se arrima y me dice: 'Che, vamos a hacer un duelo de pianistas... como si fuera un match de box'. Y yo le respondí: '¿Qué?, ¿tenemos que tocar con guantes de box?'. Y, fijate, funcionó".
Tras una larga serie de presentaciones en Buenos Aires a mediados de los años noventa, cuando Nolé volvió al país, estos duelos se instalaron en la cartelera local y pronto se convirtieron en un clásico.
"Sólo nos divorciamos un año, pero ahora recogí el guante y estamos de nuevo en el ring. Así, como dice el título de este espectáculo, 'Que nos quiten lo bailado'. Los dos seguimos dedicados a la música, apasionados, y este show será una muestra de que no apagamos la radio en el año cuarenta".
La propuesta, dice Nolé, tiene algunos detalles interesantes y diferentes a lo realizado en ediciones anteriores. La música instrumental y el baile serán los protagonistas del espectáculo, que tendrá dos funciones en Sala Zitarrosa (sábado 22, a las 21 horas y domingo 23, a las 20). El dúo pianístico será apoyado por Gastón Buenseñor en batería, Jorge Pi en contrabajo y Germán Gorostiaga en percusión. "Germán es un joven y talentoso músico que nos acompaña por primera vez, ya que hasta el año pasado teníamos en el grupo a Maximiliano Nathan, un vibrafonista y percusionista notable, virtuoso, que se mueve como pez en el agua en el repertorio jazzístico. De Gastón y de Jorge no hay mucho para agregar; son dos músicos excelentes, de lo mejor". Y el aporte coreográfico lo hará una joven pareja: "Son Mercedes y Rodrigo, que hacen un trabajo muy interesante con el tango, entre lo clásico y lo moderno".
En cuanto al repertorio, estos dos protagonistas de la época de auge de las big band en Uruguay lucirán sus estilos y técnicas interpretativas conjugando expresiones de distintos géneros populares y cultos. Un planteo que abreva en la historia y en una concepción de lo musical de neto cuño jazzístico, con la que ambos músicos han construido personalidades musicales muy diferentes y con la que (re)cargan de nuevos sentidos sus lecturas del tango, del folklore, del swing o de la música popular brasileña (Nolé tiene razón: No apagaron la radio en el año 40).
"Le vamos a hacer un homenaje a Mariano Mores y otro a Horacio Salgán, dos capos que nos dejaron este año, y que representan dos formas diferentes de hacer tango. También nos vamos a meter con la música clásica, haciendo algunos 'desarreglos', pero con humor y respeto a la vez. Un ejemplo será una sonata de Mozart, muy conocida, la número 11, cuyo último movimiento tiene la famosa marcha turca. Otro, un nocturno de Chopin, que yo le puse Perdón, Chopin. Y habrá, claro, varias interpretaciones jazzísticas, con temas de Gershwin y Cole Porter. Todo intercalado con historias y anécdotas de esta larga y apasionada relación que tenemos con la música", concluye Nolé.
El show
22 y 23 de octubre, con entradas que van de $ 300 a $ 400 en boletería.