Economía y Empresas > televisión para abonados
Partidos de Uruguay y contenidos exclusivos: amenazas y planes de los cables
En la tarde del viernes 8 de setiembre los teléfonos de los cables no paraban de sonar. Los servicios de atención al cliente ofrecían algo a cambio ante las enérgicas quejas de los clientes que, en algunos casos, planteaban darse de baja. La razón era simple: se había anunciado que la mayoría de los cables no transmitirían el partido de fútbol entre Uruguay y Chile por la primera fecha de las Eliminatorias.
Media hora antes del comienzo del partido, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso, comunicó en redes sociales que se había arribado a un acuerdo y entonces se podría ver en todos los distribuidores de televisión para abonados.
Las críticas y los comentarios negativos se apaciguaron instantáneamente y la transmisión del partido siguiente, contra Ecuador, no tuvo el mismo nivel de incertidumbre. Pero quedó planteada la interrogante de cómo se manejarán las empresas de cable en el futuro con nuevos eventos deportivos y qué estrategias se plantean para evitar la pérdida de abonados.
Desde 2021 los cables disminuyen la cantidad de clientes que tienen. Así lo marcan los informes semestrales elaborados por la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec). En el segundo tramo de 2022 (último dato disponible) salieron del servicio 9.024 personas. Sin embargo, permanecieron más de 573 mil abonados lo que expone que los cables mantienen todavía un público cautivo.
El presidente de la Cámara Uruguaya de Televisión para Abonados (CUTA), Washington Melo, indicó que las horas previas al partido de Uruguay y Chile fueron de incertidumbre. La cámara nuclea a cerca de 80 empresas instaladas en el interior del país.
“Le estábamos fallando a los vecinos. En el interior hay cosas que se viven con intensidad. El fútbol es una de ellas”, comentó a El Observador.
Los eventos deportivos son el contenido más fuerte que brindan los cables. Melo defendió su transmisión y la diferenció del streaming. Enumeró que no tiene delay, no se corta, ya que no depende de la cantidad de usuarios que estén conectados. Además de la practicidad que ofrece de prender la televisión y tener la señal disponible. “Cuando la gente quiere ver un partido, más cuando es de la selección uruguaya, lo quiere ver tranquilo, sin que se le corte”, afirmó.
Por eso, desde su visión, tecnológicamente los cables están muy vigentes. Pero lo que sí está amenazado es el modelo de negocios.
En Uruguay, la televisión para abonados no pudo avanzar en el camino de ofrecer servicios a través de internet.
Eso hace que el único ingreso sea por la cuota mensual que pagan los abonados y que esa facturación esté demasiado cerca de los egresos.
En el segundo semestre de 2022 los ingresos, medidos en pesos corrientes, fueron por $ 6.000 millones, equivalentes a US$ 157,9 millones en ese período. Mensualmente entonces la facturación es de US$ 26,3 millones. “Si se reflejaran todos los costos, la tarifa debería ser mucho más elevada”, dijo Melo.
Hay varios inconvenientes que enfrentan las empresas. Para el presidente de la CUTA los eventos deportivos, a nivel mundial, están sobrevaluados. Entonces, las grandes cadenas pagan “cifras casi escandalosas” por comprar los derechos.
Otro aspecto es la diversidad actual de proveedores de eventos. Y eso se puede observar con el fútbol. Indicó que Tenfield antes tenía los partidos del fútbol uruguayo, la Copa América, los campeonatos juveniles de selecciones, las Eliminatorias y los amistosos.
“Todo por el mismo precio de los partidos uruguayos. Se quedó con esos partidos, perdió la Copa América, tuvo las Eliminatorias pasadas, pero ya no. ESPN (Disney) tiene la Copa Libertadores, pero solo algunos partidos de la Sudamericana. Pero los clientes quieren ver todo”, explicó. “Los eventos que ya existían se diversificaron y hay más tenedores de derecho”, complementó.
Otro problema es que los proveedores de contenidos también son competencia. El ejemplo en este caso fue el de Disney con Star+. “Tienen un montón de productos en forma exclusiva y pueden competir con los cables y retacearles contenidos”, señaló.
Estrategia
El escenario actual plantea a los cableoperadores algunos desafíos. El fundamental: frena la pérdida de abonados. La postura de Melo es llevar adelante un modelo que se aplica en el resto del mundo. Si un usuario quiere acceder a un contenido puntal paga por él. “No digo que haya que ir a un modelo tan drástico, pero hay que avanzar”, dijo.
Otra idea es eliminar algunas señales que los clientes no miran. “Nos desesperamos por tener 200 canales y capaz que la gente mira muchos menos. Puede ser que estemos invirtiendo en productos que no son atractivos para la gente”, mencionó.
El ahorro que se generaría con esa reducción podría utilizarse para absorber parte de los costos de los productos deportivos y otra porción trasladarla a los clientes.
Con ese modelo de negocios podría establecerse una tarifa fija más baja, que actúe como piso, y después abonar puntualmente por contenidos especiales.”Hoy la gente paga un globo de productos y quizás hay algunos que no le interesan”, añadió.
Melo entiende que se puede explorar esa idea para ofrecer un servicio más satisfactorio para los usuarios.
