Por primera vez desde el comienzo de la guerra la diplomacia de Estados Unidos y Rusia se ven cara a cara

El país anfitrión urgió el fin de la guerra en Ucrania y la resolución de las diferencias mediante la negociación. "Es nuestra responsabilidad terminar con la guerra más temprano que tarde y resolver nuestras diferencias en la mesa de negociaciones, no en el campo de batalla", declaró la ministra indonesia de Relaciones Exteriores, RetnoMarsudi.

Estaban presentes en la apertura el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov. Era la primera vez que coincidían desde que estalló la guerra en Ucrania en febrero.

Lavrov, al hacer uso de la palabra achacó la crisis energética y alimentaria a “la política aventurera de Occidente”. Habló en términos muy similares a los que dirigió el propio presidente de Rusia, Vladimir Putin, el jueves en la Duma (el parlamento ruso) cuando dijo que quienes promovieron la guerra fue la OTAN.

El canciller ruso dijo que su país está dispuesto a permitir la salida de los barcos de los puertos ucranianos del Mar Negro ya sea “desminando” las rutas o bien “acompañando” con sus buques militares a los navíos de carga.

El clima se puso más tenso cuando fue el turno de la diplomacia alemana, muy crítica de la invasión rusa. En efecto, la ministra alemana AnnalenaBaerbock deploró las palabras de Lavrov al decir que "no está interesado en la cooperación internacional ni en el diálogo con sus otros socios". Lavrov se retiró de la sala.

China es un apoyo clave para Rusia en la paradisíaca isla de Bali, que tiene 12 horas más que Montevideo. India, Indonesia, Arabia Saudí y Sudáfrica tienen una postura más neutral, en tanto que Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón, Corea del Sur, Australia y la Unión Europea son firmes opositores a Moscú.

Los otros cuatro países restantes -Turquía Brasil, México y Argentina- no apoyan a Rusia, pero son más partidarios de explorar negociaciones. Sin duda, en este escenario, Turquía es clave: es miembro de la OTAN, tiene costas en el Mar Negro y sus autoridades ya tentaron el diálogo, aunque nada indica que las negociaciones para atemperar la guerra en Ucrania estén encaminadas.

Si bien la reunión del G 20 tenía previsto abordar la crisis de la pandemia y el cambio climático, la guerra, la crisis energética y alimentaria dominan el encuentro y las reuniones bilaterales.

El canciller ruso conversó con el ministro chino, Wang Yi, quienes confirmaron ante la prensa la buena relación que hay Moscú y Pekín. Sin embargo, Wang Yi evitó hacer comentarios ríspidos en su aparición ante los periodistas.

Una reunión convulsionada

Antes de la cita en Bali, Estados Unidos había pedido que Rusia fuera excluida de la reunión y de “otros foros internacionales”. Pero Indonesia, preocupada por su neutralidad, confirmó su invitación al Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia y también sumó a su homólogo ucraniano.

Antony Blinken, al llegar, se reunió con los ministros de Francia, Alemania y Gran Bretaña para fijar una postura contra el Kremlin para rechazar esta guerra "injustificable y no provocada", tal como lo expresó un comunicado oficial del Departamento de Estado de Estados Unidos.

Al final de la jornada, Blinken hizo un balance favorable a su postura: "Lo que ya hemos escuchado hoy es un gran coro de todo el mundo, no solo de Estados Unidos para que cesen las agresiones". A su vez se supo que no prosperó la propuesta de Lavrov de tener una reunión por separado con Blinken.

Este sábado se llevará a cabo la segunda y última sesión de este foro que difícilmente pueda lograr una declaración conjunta.