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¿Por qué el público dio la espalda a las finales de la Sudamericana y de la Libertadores femenina?
La final de la Copa Sudamericana que el sábado ganó Athletico Paranaense a Bragantino 1-0, ambos de Brasil, sirvieron para la reapertura del Estadio Centenario luego de la reforma que hizo la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) durante cuatro meses para ese encuentro y para el del próximo sábado a la hora 17 que será el encuentro decisivo de la Copa Libertadores de América entre Flamengo y Palmeiras.
No obstante, la venta de entradas para ese encuentro de la Sudamericana fue tan baja, que la Conmebol determinó el viernes a la tarde que se habilitaran solo las tribunas América y Olímpica, dándole a los parciales de ambos clubes solamente esta, mientras los invitados concurrieron a la América.
Algo similar se dio el domingo con la final de la Copa Libertadores femenina que Corinthians le ganó 2-0 a Santa Fe de Colombia en el Gran Parque Central. Poquísimo público en las tribunas.
¿Cuál es la explicación a tan poco apoyo de los hinchas? Por un lado, en la final de la Sudamericana, jugaron dos equipos de poco arraigo en el fútbol brasileño.
Si bien llegaron muchos seguidores de Paranaense, no llegaron a ocupar ni la mitad de la Olímpica. Peor fue lo que sucedió con los de Bragantino que fueron un puñado.
El mensaje de Verón
El presidente de Estudiantes de La Plata de Argentina, Juan Sebastián Verón, subió una historia a su cuenta de Instagram, criticando a Conmebol.
“En vez de mejorar la esencia de nuestro fútbol, de potenciarlo, de que sea cada vez mejor, eso que se envidia en otros lugares, al contrario. Fútbol para unos pocos. Se olvidan de la gran mayoría de la gente con todas sus historias detrás. Sin empatía, esto le hace muy mal a nuestro fútbol”, escribió Verón, a la vez que agregó: “Ver equipos, historias y momentos épicos. Volver a ese fútbol”.
El hincha uruguayo no está habituado a ver equipos de poco peso internacional y, por ello y los precios que fijó Conmebol, le dio la espalda a ambos partidos.
Los precios de las entradas tenían un costo de US$ 100 para Ámsterdam y Colombes, US$ 200 para la Olímpica y US$ 400 para la América.
Sin embargo, la escasez de venta de boletos, hizo que todos fueran a la Olímpica.
Según informó una fuente a Referí, se vendieron entre 15 y 20 mil entradas, aunque en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), recién tendrá la cantidad oficial y cuánto se recaudó cuando llegue el informe de Conmebol la semana que viene.
Por trazar un paralelismo: como la final de 2020 que se jugó este año se llevó a cabo a puertas cerradas, en la de 2019 hubo 45 mil personas en el Estadio Gral. Pablo Rojas, La Olla de Cerro Porteño, en Asunción, cuando Independiente del Valle venció 3-1 a Colón de Santa Fe.
Respecto a la final de la Libertadores femenina, en Uruguay aún no existe la gimnasia de que los hinchas concurran en masa a ver encuentros.
Si bien se regalaron varias entradas, el Gran Parque Central lució muchos claros en sus tribunas.
Estadio lleno para el sábado
Según pudo saber Referí, la Conmebol ya colocó las 53 mil entradas que puso a la venta para la final de la Copa Libertadores del próximo sábado entre Flamengo y Palmeiras.
Para esa jornada se espera la llegada de unos 200 ómnibus desde Brasil, Argentina, Chile y Paraguay, a la vez que cerca de 200 aviones, con 60 vuelos privados que arribarán desde Europa.
Conmebol invitó gente de UEFA y FIFA para dicho compromiso.
Asimismo, este martes se llevará a cabo un Consejo de la Conmebol en Punta del Este con los presidentes de todas las confederaciones sudamericanas.
