Más de un usuario del transporte se preguntó alguna vez: ¿por qué no instrumentan un boleto electrónico, erradican el papel y se agiliza el movimiento de pasajeros? Motivos tecnológicos y comerciales explican que, al menos hasta 2021, no habrá chances de cambiar una tecnología que parece obsoleta.
En Montevideo Decide, la plataforma en la que los ciudadanos pueden presentar sus ideas para mejorar la ciudad, un usuario manifestó en mayo de este año su deseo de aplicar el boleto electrónico. “Son miles los boletos que se generan y esto sin duda genera un impacto ambiental tanto en el uso de papel como en la contaminación que generan posteriormente”, señaló el proponente Martín Everett.
Por eso, invitó a la comuna a tomar una medida: “Con el uso de las distintas tarjetas STM y los escáneres electrónicos que tienen los inspectores se podría evitar el uso de boletos para aquellos que usen tarjetas”, opinó. Su aplicación tendría un impacto directo en la velocidad operativa de los ómnibus.
Pero no es tan fácil.
La Intendencia contestó el pedido y dijo que la iniciativa “no es viable” (al menos por el momento). Y explicó todas las bondades del ticket papel: brinda información relevante para el usuario (por ejemplo, la hora en la que abordó el ómnibus), otorga validez para los viajes de una y dos horas y proporciona información sobre el saldo remanente de la tarjeta.
La IMM dio más argumentos: ese instrumento puede servir de referencia para realizar “cualquier tipo de reclamo ante la Intendencia o las empresas de transporte” según los incidentes que puedan llegar a ocurrir.
La comuna admite que esa información podría ser reemplazada “por algún tipo de aplicación”. Pero esto no es posible por el tipo de tecnología que utiliza el STM. “La información de la tarjeta está dentro de ella y no en un sistema de información centralizado en línea (la nube)”, indicó la comuna. Toda la información que recopilan los ómnibus es transmitida por parte de las empresas de transporte a los servidores centrales del STM al final del día.
Otras razones por la cual aún no imponen esta tecnología tiene que ver con la “accesibilidad universal al sistema”. “Por razones sociales, culturales, etarias u otras no utilizan frecuentemente las herramientas digitales y para este segmento la información que brinda el ticket impreso del boleto sigue siendo valiosa y no sustituible enteramente por medios digitales”.
La intendencia concluye en esta respuesta que si bien la preocupación ambiental para eliminar el boleto en papel es “compartible”, las consecuencias que tendría su eliminación en el “sistema actual de funcionamiento” traerían aparejado consecuencias que generarían “otros inconvenientes”. Y aseguran que la tecnología existente en el STM está llegando “al fin de su vida útil lo que impone reflexionar y definir las características de la nueva generación”.
Esa discusión ya se ha empezado hacer. La Intendencia de Montevideo, encabezada por el Departamento de Movilidad y el de Desarrollo Sostenible e Inteligente, realizó un proyecto en 2018 con la empresa Isbel sobre cómo instrumentar un boleto electrónico.
El sistema, bautizado STM+, permitía hacer pagos con el celular y eliminaba el boleto papel tras la transacción. Este método se probó con la línea 169 y resultó exitoso. Tanto, que en la última semana recibió el premio de "mejor proyecto del 2018" del capítulo de Montevideo del Project Management Institute (PMI), un organismo que destaca las innovaciones tecnológics que se hacen en todo el mundo.
Desde Isbel aseguraron a Cromo que en la prueba de concepto se detectó la mejora en la velocidad a la hora de cobrar los boletos. Además, se valoró positivamente otra función básica que fue añadida para mejorar los servicios arriba del ómnibus: que el usuario pueda saber qué tan llenos vienen los vehículos para evaluar si lo toma o no. Esto se logra gracias a sensores de movimiento que se colocan en las escaleras de ascenso y descenso.
Esta prueba de concepto terminó. Y la Intendencia continúa pensando a futuro cómo hacerlo realidad.
El director del departamento de Desarrollo Sostenible e Inteligente de la Intendencia, Carlos leonczuk, dijo que para llevalro a cabo habría que cambiar las máquinas que leen las tarjetas de los usuarios porque “ya es muy vieja”.. Esto implica una inversión de “millones de dólares” y no se puede hacer de la noche a la mañana
“Hasta 2021 no vamos a poder migrar máquinas y no vamos a poder pasar a la tecnología de que se utilice el pago con billetera electrónica”, agregó.
Antes de que llegue el boleto electrónico piensan hacer otras mejoras. Una de ellas es poder recargar la tarjeta STM con el celular. La idea es emplear el mismo método de recarga que se ejecuta cuando se hace el procedimiento en un local Abitab.
La idea es llevarlo a cabo con una aplicación nueva, que será desarrollada especialmente para este fin. Leonczuck estima que esta nueva función podría estar disponible para fines del año que viene, aunque no precisó una fecha exacta. “Estamos trabajando para eso”, indicó.
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