Presidente de Ancap: “En 2021 no vamos a tener la espalda de papá Estado si hacemos alguna locura”

El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, fue el encargado de cerrar la presentación con algunos números generales del negocio y anticipó que se vendrán ajustes en la forma de gestionar la empresa y sus riesgos. Uno de los más relevantes será el nuevo esquema que dejó la reciente aprobación de la LUC desde 2021 para la fijación de los precios de los combustibles por parte del regulador (Ursea) tomando como base la cotización del mercado internacional. Eso puede llevar incluso a que las tarifas de los combustibles al público puedan estar sujetas a cambios todos los meses. 

“El año que viene no vamos a tener la espalda de papá Estado si hacemos alguna locura”, advirtió el jerarca. 

Stipanicic recordó que durante los últimos siete u ocho años, la sociedad contribuyó con “bastante” para que Ancap mejorara alguno de sus resultados operativos o redujera en algo su nivel de deuda. Sin embargo, advirtió que desde el próximo año la empresa tendrá un cambio radical en la forma de gestionar los riesgos de su giro industrial e incluso llevará a repensar negocios como el del pórtland para que dejen de dar pérdidas, como ha ocurrido en las últimas dos décadas en forma ininterrumpida. También dijo que a los biocombustibles de ALUR les llegó la hora de ser eficientes. 

El presidente de Ancap recordó que hoy el patrimonio del ente es muy similar al promedio de los últimos 20 años, lo cual no es “una buena noticia”. Además, indicó que los resultados operativos son positivos hoy, pero están por debajo de los mejores años, que fueron los del 2000 y 2001. 

“Los niveles de pasivos son del doble que hace 20 años. Ese apalancamiento supone un peso bastante grande sobre nuestras espaldas”, indicó. 

Respecto a la gestión de los recursos humanos, el presidente indicó que hoy la plantilla de 2.300 funcionarios apenas supera el 10% de su mínimo histórico de 2006, y está 22% por debajo del pico de 2014. “Esa dotación (de personal) es muy exigente. Tenemos que cambiar las relaciones laborales para que sean más flexibles”, planteó. Además, recordó que una encuesta interna de setiembre del año pasado arrojó que solamente el 20% de los empleados se sentía valorizado por la empresa frente al 65% del 2006. 

“Nuestro Directorio se va a enfocar en la gestión. Ancap tiene que volver hacer la primera empresa del país. Los resultados tienen que venir por la gestión y no par las tarifas públicas”, finalizó el presidente. 

En la misma línea, el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, dijo en la presentación de las nuevas autoridades que el principal objetivo de la empresa será el de tener energía a costos menores y con un precio razonable para la producción y la ciudadanía. “Uno de los costos relevantes es de los combustibles; hay un desafío. Hay que mirar la cadena entera y ver dónde hay posibilidades de mejora”, comentó. 

Por su parte, el nuevo vicepresidente de Ancap, Diego Durand, dijo que se “terminó la tarjeta corporativa y las inversiones sin retorno”. Asimismo, se mostró preocupado porque se encontraba con una empresa en una situación difícil por resultados operativos negativos. “Para tener resultados distintos, hay que hacer cosas distintas”, anunció.