La privacidad venía bien golpeada y en tiempo de pandemia termina arrastrada por el supuesto bien común. Pero al final del camino está cada uno de nosotros, que podemos decidir -aunque no lo hacemos- hasta dónde se inmiscuyen con nuestras vidas
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10 de abril de 2020 a las 22:43
¿Dónde hay un infectado de coronavirus? ¿Está cerca de casa? ¿O cerca de los de mis padres? ¡Mejor no pases por ahí! Preguntas y exclamaciones de este tipo pasaron por la cabeza de más de uno cuando, hace ya casi un mes, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, dijo con escasa precisión que la app que entonces se estaba desarrollando iba a permitir que “la persona tenga una georeferenciación” que permitiría ubicar los casos de Covid19.
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