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¿Qué le exporta Uruguay a China? Los ganadores y perdedores con un TLC
Desde hace prácticamente una década, China es el principal socio comercial de Uruguay. El año pasado, el país asiático compró productos por más de US$ 3.200 millones. La firma de un TLC con China permitiría una reducción de los aranceles que paga Uruguay para ingresar a ese mercado con el cual tiene también una fuerte dependencia importadora.
En 2021 las exportaciones de bienes a China sumaron una cifra récord de US$ 3.277 millones, con un aumento interanual de 59%. Los principales productos fueron la carne, subproductos cárnicos, madera, lácteos, celulosa y soja. La venta de carne representó el 45% del total exportado, según datos del Instituto Uruguay XXI.
El instituto añadió que en las últimas dos décadas el intercambio comercial entre China y Uruguay se incrementó de manera exponencial y, desde 2013, el país es el principal socio comercial de Uruguay. Es por lejos el líder en la compra de bienes (por delante de Brasil) y también el mercado al que más importaciones le realiza. En 2021, las compras externas a China alcanzaron US$ 1.996 millones, con un incremento de interanual de 39%. Así, el saldo de la balanza comercial fue favorable para Uruguay en US$ 1.281 millones.
En ese escenario, era estratégico potenciar el relacionamiento comercial con China y, luego de una serie de negociaciones, ambos gobiernos acordaron hace diez meses el comienzo de un estudio de factibilidad.
Este miércoles, el presidente Luis Lacalle Pou, anunció que culminó el estudio y ese era el puntapié inicial para el comienzo de una negociación para la forma de un Tratado de Libre Comercio (TLC). “Con satisfacción podemos decir que esa conclusión fue positiva, que hemos llegado a un acuerdo que es beneficioso para ambos países”, dijo el mandatario en conferencia de prensa.
El beneficio arancelario
En un capítulo sobre las relaciones comerciales bilaterales, Uruguay XXI indicó que una de las ventajas que implicaría un TLC con China sería la reducción de los aranceles que se abonan para ingresar en ese mercado. Los aranceles pagados por los bienes colocados en el país asiático representan más del 40% del total. Y es por eso que desde el sector industrial-exportador se había marcado la importancia que traería la firma del acuerdo comercial con la segunda potencia económica global.
La carne, al ser el producto más comercializado, fue el que más aranceles debió abonar en 2021. Según datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), los principales mercados donde la carne vacuna pagó fueron: China (62%), la Unión Europea (13%) y Estados Unidos (10%). En el caso de la potencia asiática ascendió a US$ 188 millones. Tomando como base esa cifra puede estimarse que Uruguay pagó un piso de unos US$ 240 millones de aranceles para ingresar en ese país el año pasado.
Ganadores y perdedores
Un estudio elaborado por la Cámara de Industrias (CIU) evaluó los sectores que serían más beneficiados y afectados por un TLC con China.
En el primer grupo destacó al arrocero, la industria frigorífica y el sector lácteo. Para el arroz marcó que una posibilidad sería incluir cuotas con tratamiento arancelario preferencial y tasas de crecimiento en el tiempo.
En el caso de la carne mencionó que “la eliminación del arancel de 12% para este producto es esencial, especialmente tomando en consideración que directos competidores como Nueva Zelanda y Australia ya tienen acuerdos con condiciones preferenciales de acceso”. Además, le generaría a Uruguay una ventaja competitiva con el resto de los países que componen el Mercosur y que también son proveedores de China.
Sobre los lácteos expuso que la firma de un tratado sería muy beneficios para el sector.
En el grupo de los sectores que serían más sensibles con la firma de un TLC enumeró al metalúrgico y del aluminio, el automotriz, el calzado, el textil y vestimenta, el de perfumería, las curtiembres, el siderúrgico, el plástico y el vidrio.
El informe concluyó que una negociación para la firma de un TLC con China sería para Uruguay una oportunidad de tener mayor visibilidad y prestigio a nivel internacional y que además sería un primer paso para una política de profundización de la inserción comercial del país.
