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Rebaja de alquileres al llegar a la playa: la tendencia que se impone en Rocha
Con un clima que viene jugando en contra, la temporada turística 2018/19 transita el pico de su zafra (que suele extenderse hasta la primera quincena de enero) con un ritmo inferior, tal cual ya habían anticipando distintos operadores turísticos. Con una menor demanda por alquileres y una oferta que sigue en ascenso, el grueso de los propietarios debió reducir sus pretensiones de precios en dólares en el eje del 10% en la mayoría de los balnearios de la costa esteña, con la excepción de Atlántida donde se mantuvieron estables, según un relevamiento actualizado del portal inmobiliario Casas en el Este.
Asimismo, en Rocha se está dando un fenómeno cada vez más usual: renegociar los precios de los inmuebles cara a cara con los propietarios para obtener descuentos a los valores que figuran en las distintas plataformas web. “Es una característica bastante extendida de este verano para los balnearios de esta zona”, aseguró a El Observador el presidente de la Corporación Rochense de Turismo, Jorge Simeone.
En la misma línea, la jefa de operaciones de Casas en el Este, Pía Steglich, añadió que en general a los propietarios de Rocha “les gusta más el contacto cara a cara” con los inquilinos, y que esa conducta se ha extendido esta temporada, en medio de una zafra que no repite el boom del año pasado.
De acuerdo a los datos de ese portal, la ocupación en Rocha es hoy del 92% frente a un 94% del año pasado. “Acá hay una baja moderada porque el turismo interno es muy fuerte y el porcentaje de brasileño parecer mantenerse”, explicó Steglich.
Los precios en balnearios como la Pedrera y La Paloma han bajado en promedio un 7% respecto a la zafra anterior con referencias de US$ 130 y US$ 110 por noche, respectivamente, para la primera quincena. Con una temporada tan incierta, los propietarios “están dispuestos a negociar” y se pueden conseguir descuentos adicionales del eje del 5% a los valores que están publicados, según la jefa de operaciones de Casas en el Este.
Simeone añadió que los hoteles tienen hoy una ocupación inferior a la del año pasado con un porcentaje que se ubica entre 70% y el 80%. Punta del Diablo cuenta con una capacidad ociosa del orden del 20% a esta altura. En tanto, la gastronomía en La Paloma también cayó en “forma apreciable” frente al desempeño de la temporada anterior.
En la otra vereda, un clima lluvioso ha disparado la visitas de turistas tanto de Rocha como de Maldonado a la ciudad fronteriza del Chuy. “El movimiento en esa ciudad ha sido importante en los últimos días”, afirmó Simeone.
Baja en Punta del Este y Piriápolis
La retracción en la llegada de los argentinos pasó factura en los niveles de ocupación para el balneario estrella de Uruguay: Punta del Este. Los datos de Casas en el Este revelan una ocupación del 89% hasta la primera quincena de enero, una disminución de siete puntos porcentuales respecto al registro del año pasado (96%). Steglich informó que el alquiler standar para un apartamento de 2 dormitorios para 4 personas en las torres de la península bajó 10% con un promedio que llega a US$ 175 por noche. “Es acá donde más se siente la falta de argentinos de clase media”, acotó.
En Piriápolis, el descenso en los niveles de ocupación fue menos significativo y pasó de 93% a 90% esta temporada. En este caso, los valores de los arrendamientos de las casas cayeron un 6% en promedio para la primera quincena de enero con una referencia de US$ 100 por noche, según Casas en el Este. Steglich dice que hay “muy pocos argentinos” en ese balneario, y que parte de ese vacío fue compensado con turistas uruguayos que optaron por una opción más económica que Punta del Este.
De hecho, a su juicio es es una de las razones que explica un incremento en el porcentaje de ocupación de Atlántida -el único que crece- de 89% a 91% hasta la primera quincena de enero. En este caso, los valores se mantuvieron sin cambios con un promedio de US$ 90 por noche. Al igual que en Rocha, en Maldonado y Canelones también hay propietarios que acceden a descuentos o fines de semanas gratis para la temporada baja para atraer clientes.
Futuro incierto
