Juan Pablo Carrau.

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Remates de campos: una herramienta para achicar la "brecha" entre la oferta y la demanda

Juan Pablo Carrau, escribano y rematador, asegura que el año que pasó resultó ser de “transición” entre los dos anteriores de pandemia y este que arranca
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28 de enero de 2023 a las 05:00

Escribano y rematador, Juan Pablo Carrau asegura que el año que pasó resultó ser de “transición” entre los dos anteriores de pandemia y este que arranca. Una temporada en el que los remates judiciales, a los que su estudio se dedica, retomaron con fuerza y dinámica.

“Yo me dedico básicamente a los remates judiciales, de campos, de inmuebles, de vehículos, de maquinaria y también algunos remates que, si bien son extrajudiciales, se manejan vinculados a la órbita del Poder Judicial. También a los remates de liquidaciones concursales que son privados por cuenta de un síndico pero que, en definitiva, se realizan en el marco de procesos judiciales al ser procesos concursales”, explicó.

En el rubro en general 2022 terminó siendo un año de recobrar impulso y de ponerse al día con varias convocatorias que habían quedado postergadas. “Fue un año de transición entre los dos años de pandemia, 2020 y 2021. Y se espera que 2023 sea uno de normalización de la actividad, de consolidación, como era antes en definitiva. Porque además de las ferias judiciales generadas por la pandemia, también hubo cierta paciencia, cierta tolerancia de los acreedores, de no salir a ejecutar”, dijo Carrau.

De todos modos, el año pasado sumaron “una buena cantidad” de remates, y no solo en Montevideo: también en Salto, Durazno, Rocha, etc. “Se movió bastante”.

Uno de los desafíos más inmediatos, al igual que en el resto del país, es este estado de sequía que padece gran parte del territorio nacional. En el caso de Carrau, afecta la venta de campos, uno de los rubros a los que se dedica: “Como sucede en este país, el motor es el campo y el agro, y esta situación de déficit hídrico también está perjudicando a todos los sectores. Sabemos que cuando al campo le va bien, a Uruguay le va bien y nosotros no estamos ajenos a eso”.

Dos perfiles

Carrau es escribano desde 2008 y rematador desde 2015. Se dedica a ambos oficios por igual, además de ser tasador. Así, entre todas estas tareas, su estudio brinda un servicio más completo.

“Lo que ofrecemos nosotros es este diferencial, un servicio integral”, dijo. “Siempre estimulamos a que los compradores se asesoren con sus profesionales de confianza; a ellos tenemos que brindarle todas las herramientas y todos los insumos, y para todos los remates siempre preparamos una buena carpeta de títulos con toda la documentación, toda la información relevante. Mucho más en los remates que son extrajudiciales, donde no hay una intervención del Poder Judicial”, añadió.

Carrau hace una diferenciación entre las dos actividades, una más expuesta que la otra: “Cuando hacés un remate te lo tomás como un nuevo examen para lograr la mejor venta posible, y tratar de que todo el mundo quede conforme. Por lo general, cuando te enfrentás a confeccionar un título de propiedad, nadie va a pensar qué buen título ha hecho el escribano. De hecho, el trabajo del escribano muchas veces es como el del árbitro de fútbol. O sea, trabajó bien cuando pasa totalmente desapercibido”.

Normalización

Luego del año de “normalización” de la actividad y del funcionamiento del Poder Judicial como en la era prepandemia, se viene estos meses de fortalecimiento de todos los remates.

“Particularmente, nosotros estamos con bastante trabajo. Nos dedicamos a hacer remates de campos, y tenemos ya proyectado para realizar subastas en Rivera, Colonia, San José, Durazno”, contó. Algunas de estas habían sido convocatorias que debieron ser postergadas en el pasado y que ahora podrán ser llevadas adelante.

“Lo que podemos demostrar es que el remate es una modalidad de venta que, contrario a lo que mucha gente piensa, resulta útil muchas veces. Sobre todo, en el remate de los campos, en el que es muy difícil eliminar la brecha que existe entre lo que piden los vendedores y lo que ofrecen los compradores”, aseveró Carrau.

“A través del remate hemos tenido experiencias extraordinarias, de excelentes negocios para las dos partes, porque justamente por las tierras siempre hay demanda. Entonces, siempre hay buenos precios en la medida que se haga una buena oferta”, ahondó.

Esto también refleja la buena reputación que el remate goza en Uruguay. “Porque es un proceso absolutamente transparente y con reglas de juego claras. A nosotros, muchas veces, en remates grandes de campos y demás nos consultan de otros países, particularmente de Argentina. En otros países existen ciertos amaños de remates o ciertas situaciones hasta violentas”, relató el rematador.

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